Por Ruma Paul y Zarir Husain
DACCA/GUWAHATI, India (Reuters) - Más de 800 personas han muerto y un millón han sido desplazadas por vastas inundaciones recientes en India, Nepal y Bangladés, donde los equipos de rescate advierten de una posible severa escasez de alimentos y peligro de aparición de enfermedades mientras continúan las lluvias en áreas afectadas.
La temporada de monzones, que va de junio a septiembre, brinda apoyo cada año a los agricultores de amplias zonas rurales del sur de Asia, pero también provoca muertes y daños en infraestructura. Los responsables señalan que la actual es la peor inundación en varios años.
Al menos 115 personas murieron y más de 5,7 millones están afectadas en Bangladés, donde las aguas sumergieron más de un tercio del país, densamente poblado y con territorio a bajo nivel.
El director general del Departamento de Gestión de Desastres bangladesí, Reaz Ahmed, dijo a Reuters que hay creciente preocupación por la escasez de alimentos y la expansión de enfermedades: "Con las aguas cediendo, hay posibilidad de una epidemia. Tememos un brote de enfermedades si no se asegura agua potable pronto".
Dado que muchos ríos superaron niveles peligrosos, 225 brigadas han tenido problemas para enviar alimentos y medicinas a las personas desplazadas de sus hogares, dijeron trabajadores de los grupos de asistencia.
En el estado indio de Assam, en la frontera con Bangladés, al menos 180 personas murieron en las últimas semanas. "Las lluvias arrasaron con todo (...) no hay siquiera un rastro de nuestra pequeña choza", dijo Lakshmi Das, una madre de tres niños que viven en Kaliabor, Assam.
Las lluvias torrenciales también han afectado los estados del noreste de India Arunachal, Pradesh, Nagaland y Manipur, dejando al menos 30 muertos. En tanto, en el estado de Bihar, al este del país, por lo menos 253 personas perdieron la vida debido a las incesantes lluvias que arrasaron cultivos, destruyeron caminos e interrumpieron los servicios eléctricos.
Nepal confirmó la muerte de 141 personas, mientras miles de supervivientes volvían a sus hogares semidestruidos: "Sus casas están en un estado de destrucción total", dijo Francis Markus, de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja.