Por Stephen Kalin y Isabel Coles
CERCA DE MOSUL/ERBIL, Irak (Reuters) - Más de 2.000 iraquíes por día están huyendo de Mosul, varios centenares más que antes de que las fuerzas de la coalición encabezadas por Estados Unidos comenzaran una nueva fase en su batalla por arrebatar la ciudad al Estado Islámico, dijo el miércoles Naciones Unidas.
Tras los rápidos avances iniciales, la operación se estancó durante varias semanas, pero el jueves pasado el ejército iraquí renovó su campaña desde el este de Mosul hacia el río Tigris en tres frentes.
Las tropas de élite del ministerio del Interior estaban despejando el distrito de Mithaq el miércoles, después de entrar el martes, cuando las fuerzas antiterroristas también retomaron una zona industrial.
La policía federal avanzó en el distrito de Wahda, dijo el miércoles el ejército en la 11ª semana de la mayor campaña militar de Irak desde la invasión liderada por Estados Unidos en 2003.
A medida que avanzaban, se registraban también muchas más víctimas civiles, dijo la ONU.
En aplastante inferioridad numérica, los milicianos se han mezclado con los residentes y están aprovechando el terreno de la ciudad a su favor, ocultando coches bomba en callejones estrechos, colocando francotiradores en edificios altos con civiles en los pisos más bajos y haciendo túneles y corredores a nivel de superficie entre los edificios.
"Teníamos mucho miedo", dijo un residente de Mithaq.
"Un arma antiaérea de Daesh (Estado Islámico) estaba situada cerca de nuestra casa y estaba abriendo fuego contra helicópteros. Pudimos ver un pequeño número de combatientes de Daesh en la calle con armas ligeras y medianas".
Las fuerzas de seguridad han retomado alrededor de una cuarta parte de Mosul desde octubre, pero, en contra de las expectativas y pese a la grave escasez de alimentos y agua, la mayoría de los residentes se han quedado hasta ahora.
Más de 125.000 personas se han visto desplazadas de una población de aproximadamente 1,5 millones, pero las cifras se han incrementado en los últimos días en casi un 50 por ciento a 2.300 diarias, desde unas 1.600, dijo la agencia de refugiados de la ONU.
La situación humanitaria era "terrible", según el organismo internacional, al escasear las reservas de alimentos y dispararse los precios de los productos básicos, mientras los pozos se secan o se vuelven salobres debido al uso excesivo, y los campamentos y lugares de emergencia al sur y al este alcanzan su máxima capacidad.
La mayoría de los civiles que huyen son de los distritos orientales, pero está aumentando cada vez más el ritmo de salida de población del asediado oeste, aún bajo el control de los milicianos.
Una victoria iraquí en Mosul probablemente significaría el final del califato del Estado islámico, pero en los últimos días los milicianos han mostrado las tácticas a las que probablemente recurrirán si pierden la ciudad, matando a decenas de personas con bombas en Bagdad y atacando a las fuerzas de seguridad en otros lugares.