(Reuters) - Vincenzo Nibali afianzó su reputación de ser un ciclista de grandes vueltas al conseguir su segundo Giro de Italia a la antigua usanza el domingo.
El italiano, que ya había ganado el Giro en 2013, quedó maltrecho y magullado tras una terrible actuación en la cronoescalada del domingo pasado y de la etapa de montaña a Andalo el martes, pero cuando todo parecía perdido contraatacó con estilo.
El corredor de Astana cruzó la meta en solitario en Risoul el viernes después de que el entonces líder de la general, Steven Kruiswijk, tuviese un accidente, y apretó los dientes al día siguiente, arrebatándole la maglia rosa al colombiano Esteban Chaves.
Nibali es uno de los seis únicos hombres que han ganado las tres grandes vueltas: el Giro en 2013, la Vuelta en 2010 y el Tour de France en 2014.
Su equipo valoró retirarle de la carrera esta semana después de quedarse apartado de la cabeza por su mediocre estado físico.
En la clasificación final, Nibali quedó 52 segundos por delante de Chaves (Orica-GreenEDGE) y 1 minuto 17 segundos por delante del español Alejandro Valverde (Movistar).
Se trata del séptimo podio de Valverde en una gran vuelta, pero sólo ha podido ganar una, la Vuelta a España de 2009.