Por Isaac Anyaogu
LAGOS, 9 ene (Reuters) - Nigeria destruyó el martes 2,5 toneladas de colmillos de elefante incautados, valorados en más de 9.900 millones de nairas (11,2 millones de dólares), en un esfuerzo por proteger a su menguante población de estos animales de los traficantes de fauna salvaje.
En las últimas tres décadas, la población de elefantes de Nigeria ha disminuido drásticamente desde unos 1.500 ejemplares a menos de 400 debido a la caza furtiva para obtener marfil, la pérdida de hábitat y los conflictos con los humanos, según los conservacionistas.
El ministro de Estado para el Medio Ambiente, Iziaq Salako, declaró que el gobierno había triturado los colmillos y utilizará el polvo para construir un monumento simbólico en el parque nacional como recordatorio de la importancia de los elefantes en el ecosistema.
La pulverización del colmillo en la capital, Abuya, sigue a un acontecimiento similar ocurrido en octubre, cuando las autoridades destruyeron cuatro toneladas de escamas de pangolín incautadas, valoradas en 1,4 millones de dólares.
Miles de elefantes mueren cada año por sus colmillos a pesar de la prohibición del comercio de marfil impuesta en 1989 por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).
A pesar de ser signataria de la CITES, Nigeria está considerada un centro neurálgico para las bandas que envían a Asia piezas ilegales de fauna africana, como colmillos y escamas de pangolín, según las fuerzas del orden y los expertos en fauna salvaje.
Nigeria ha intensificado sus esfuerzos contra el contrabando en los últimos años, colaborando con autoridades británicas, estadounidenses y alemanas, así como con organizaciones internacionales, para realizar en agosto de 2021 su mayor incautación de partes ilegales de animales salvajes.
En 2022, funcionarios de aduanas de Nigeria incautaron 1.613 toneladas de escamas de pangolín y detuvieron a 14 personas.
(Reporte de Isaac Anyaogu; Editado en español por Javier Leira)