Por Roberta Rampton y Andreas Rinke
HANNOVER, Alemania (Reuters) - El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo el domingo durante una visita a Alemania que está "profundamente preocupado por un aumento de la violencia en Siria, donde las fuerzas del Gobierno han redoblado sus bombardeos contra las zonas bajo control de los rebeldes en la estratégica ciudad de Alepo.
Después de conversar con la canciller alemana, Angela Merkel, en un palacio del Siglo XVII cerca de la norteña ciudad de Hannover, Obama habló sobre una "trágica crisis humanitaria" en Siria y dijo que aún cree que es posible una solución política al conflicto.
Alemania es la última parada de una gira de seis días en la que Obama ha buscado fortalecer las alianzas de Estados Unidos que considera importantes para impulsar el comercio, derrotar a los milicianos de Estado Islámico y responder a la intervención de Rusia en Siria y Ucrania.
"Seguimos profundamente preocupados por el recrudecimiento de los enfrentamientos en Siria durante los últimos días y seguimos creyendo que la única solución duradera es una solución política que lleve a Siria hacia un gobierno inclusivo que represente a todos los sirios", dijo Obama.
Merkel instó a las partes involucradas en las negociaciones de paz en Ginebra, que corren riesgo de fracasar, a que pacten zonas humanitarias donde los sirios que escapan del conflicto puedan sentirse libres de la amenaza de bombardeos. Ella y Obama aclararon que no están a favor de las clásicas "zonas seguras", que requerirían la protección de fuerzas internacionales.
Ambos líderes, que han desarrollado una relación pragmática sólida después de un áspero comienzo después que Merkel rehusase a permitir que Obama hablara en la Puerta de Brandeburgo en 2008, cuando realizaba campaña a la presidencia, abordaron una amplia variedad de temas, incluidos Ucrania, Corea del Norte, Libia y las negociaciones de libre comercio.
Obama elogió a Merkel por su "firme liderazgo" y por su manejo de la crisis de refugiados de Europa, diciendo que su decisión del año pasado de recibir a cientos de miles de inmigrantes en Alemania la dejó "en el lado correcto de la historia".
El presidente bromeó sobre que Merkel, que carece de su carisma despreocupado, "tiene un sentido del humor realmente bueno" que no siempre comparte en público, lo que generó una sonrisa en la canciller de 61 años.