CIUDAD DE MÉXICO (Reuters) - Los gobiernos de ocho naciones latinoamericanas condenaron el uso "excesivo de la fuerza" contra civiles en Venezuela, dijo la cancillería de México, después de que un dirigente estudiantil y un policía murieran el jueves en medio de una ola de protestas contra el presidente Nicolás Maduro.
Con los dos fallecidos del jueves ya suman 36 los muertos en un mes de manifestaciones en Venezuela, con las que la oposición presiona por adelantar las elecciones presidenciales en medio de la severa crisis económica que vive el país petrolero.
"Los Gobiernos de Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México y Paraguay deploramos el deterioro de la situación interna y el recrudecimiento de la violencia en la República Bolivariana de Venezuela, que desde el 6 de abril ha dejado un creciente número de muertos y cientos de heridos", dijo la cancillería mexicana en un comunicado.
Además, Costa Rica anunció que llamó a consultas a su principal diplomática en Venezuela, la encargada de negocios Ana Patricia Villalobos, como parte del análisis de la crisis que está haciendo el gobierno centroamericano.
"(Instamos) de la manera más vehemente (al Gobierno de Venezuela) a excluir la participación de militares de los operativos sobre el manejo de manifestaciones públicas. Las armas son disparadores de violencia", dijo en un comunicado la cancillería de Costa Rica, un país sin ejército desde 1948.
En el comunicado conjunto, los países firmantes también instaron al mandatario venezolano a cumplir "el calendario electoral, liberar los presos políticos y restituir las funciones de la Asamblea Nacional".
Estados Unidos también ha expresado este mes su preocupación por la violencia política en el país, donde grupos de derechos humanos han informado de cientos de arrestos y heridos.
Los cancilleres de la Organización de Estados Americanos (OEA) planean reunirse el 21 o 22 de mayo para fijar una posición sobre la crisis en Venezuela, cuyo gobierno cuenta con el apoyo de Cuba, Ecuador y Bolivia y otros aliados del Caribe.
Venezuela inició la semana pasada su retirada formal de la OEA tras entregar una carta firmada por Maduro en la que acusó al secretario general de la organización, Luis Almagro, de ser un "grosero agresor" contra el país sudamericano.