Por Brendan O'Brien
(Reuters) - Miembros de la familia de Aretha Franklin dijeron el lunes que sintieron que el panegírico pronunciado por un pastor en el funeral de la Reina del Soul la semana pasada fue "ofensivo y desagradable".
El reverendo Jasper Williams Jr., pastor de la iglesia bautista Salem en Atlanta, utilizó el tiempo que estuvo subido a la tarima para plantear cuestiones sociales esenciales, en su opinión, para la comunidad negra.
Williams utilizó la "plataforma para presentar su agenda de temas negativos", algo con lo que la familia "no estaba de acuerdo", dijeron miembros de la familia en un comunicado enviado a Reuters.
"Consideramos que estos comentarios son ofensivos y desagradables", señaló la familia. "El reverendo Jasper Williams se pasó más de 50 minutos hablando, y en ningún momento elogió adecuadamente a Aretha Franklin".
Familiares, amigos y seguidores de la cantante se despidieron el viernes en un servicio de ocho horas que incluyó un tributo del expresidente Bill Clinton y líderes de los derechos civiles; y actuaciones de Ariana Grande, Jennifer Hudson y Gladys Knight.
Williams, elegido por haber hecho panegíricos a otros miembros de la familia, dijo en sus reflexiones que las madres solteras negras no podrían convertir a chicos negros en hombres y que las vidas de la población negra no importarían "hasta que la gente negra empiece a respetar la vida de la población negra y dejemos de matarnos entre nosotros".
El pastor defendió sus comentarios en una rueda de prensa el domingo.
"El respeto entre nosotros es la llave para cambiar el camino en el que nos encontramos como raza", dijo.
Franklin murió en su casa de Detroit el 16 de agosto de un cáncer de páncreas. Habiendo cantado en las investiduras de tres presidentes, Jimmy Carter, Bill Clinton y Barack Obama, fue toda una institución americana, llegando a recibir la Medalla Presidencial de la Libertad por parte del entonces presidente George W. Bush en 2005.
(Información de Brendan O'Brien en Milwaukee; editado por Clarence Fernandez; traducido por Sabela Ojea Guix en la redacción de Madrid)