Por Graham Keeley
BARCELONA, 28 jun (Reuters) - El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, llevaba mascarilla y evitaba estrechar la mano de sus seguidores en un mitin político el domingo, entre los muchos cambios que ha traído el coronavirus a los procesos electorales.
Los comicios del 12 de julio en País Vasco y Galicia serán los primeros desde que España entró en el confinamiento en marzo. Las restricciones de cuarentena se fueron relajando desde mayo y se levantaron en gran medida el 21 de junio, y los españoles se han ido adaptando al distanciamiento físico y a otras medidas de precaución en su vida cotidiana.
"El enemigo de España es el virus", dijo el socialista Sánchez a un reducido grupo de unos 100 fieles del partido —todos con mascarillas y sentados a la distancia recomendada de 1,5 metros— en un recinto en San Sebastián, en la costa norte del país.
El edificio había sido limpiado antes del mitin, según dijeron a Reuters fuentes del partido consultadas.
Para evitar la aglomeración en los colegios electorales, los electores podrán votar por correo o en oficinas de correos.
España se encuentra entre los países más afectados por la pandemia, con más de 28.000 muertes registradas oficialmente y una tasa de infección de seis personas por cada 10.000.
Las autoridades sanitarias afirman que hay al menos 20 brotes bajo control en todo el país.
En otra reunión en Ourense, en el noroeste de España, el sábado los partidarios de Sánchez se sentaban separados en una carpa mientras los que no pudieron asistir lo veían en directo en YouTube.
"Podemos ser muro contra el virus o un transmisor: seamos un muro", dijo Sánchez a los asistentes.
Las encuestas muestran que el Partido Nacionalista Vasco (PNV) probablemente gane una mayoría en las elecciones vascas. Ha estado en alianza con los socialistas durante los últimos cuatro años, pero podría optar por compartir el poder con EH Bildu, un partido separatista.
En Galicia, los sondeos apuntan al conservador Partido Popular como posible ganador.
(Información de Graham Keeley; editado por Catherine Evans; traducido por Tomás Cobos)