MADRID (Reuters) - El candidato socialista, Pedro Sánchez, perdió el martes la primera votación en la sesión de investidura en el Congreso de los Diputados, abriéndose ahora un plazo de dos días para intentar lograr un acuerdo de Gobierno con Unidas Podemos.
Sánchez, cuyo Partido Socialista de centroizquierda fue la fuerza más votada en abril pero se quedó muy lejos de la mayoría absoluta que necesitaba en la primera votación, donde necesitaba el apoyo de otros partidos para ser investido.
Tras varios días de tensión donde ambos partidos parecían a punto de alcanzar un acuerdo para a continuación estar al borde de la ruptura, Podemos acabó absteniéndose el martes, y altos cargos de ambos partidos lo calificaron como un gesto de buena voluntad para permitir que continúen las negociaciones.
"Vamos a seguir trabajando para que haya un Gobierno de coalición (...) Se está acabando el tiempo", dijo la diputada de Podemos Ione Belarra.
"El último gesto que hemos hecho es la abstención para facilitar las negociaciones", agregó.
El jueves Sánchez sólo necesita el apoyo de la mayoría simple de la cámara - más síes que noes, sin contar las abstenciones - y mucho puede cambiar hasta entonces. Aun así, le espera mucho trabajo para convertir las abstenciones y algunos noes es votos a favor, ya que sólo los socialistas y un diputado de un partido regional votaron "sí" el martes.
No estaba previsto que ganara la votación del martes, pero la derrota se produjo por un amplio margen: 124 votos a favor, 170 en contra y 52 abstenciones, lejos de los 176 votos que le habrían convertido en presidente.
Todo dependerá de si los socialistas y Podemos pueden dejar a un lado sus diferencias y alcanzan un acuerdo y si Sánchez recibe también el apoyo de partidos regionales de menor tamaño.
La portavoz socialista en el Congreso, Adriana Lastra, dijo durante su intervención en el Pleno: "Es el momento de formar un gobierno de izquierdas. Tenemos la base para encontrarnos y hemos demostrado que podemos hacerlo".
Si Sánchez no es confirmado como presidente del Gobierno el jueves, podría celebrarse otra sesión de investidura en septiembre. Si también fracasa, se repetirían las elecciones el 10 de noviembre.
Aun así, el ambiente parecía más tranquilo el martes.
Fuentes de Podemos y del partido socialista dijeron que la pregunta principal era qué papel tendrían los ministros de Podemos.
Rechazando las acusaciones de Podemos de que sus ministros solo tendrían un papel puramente "decorativo" sin ningún poder real, Carmen Calvo, la encargada de la negociación en el PSOE, dijo que habían ofrecido una vicepresidencia a Irene Montero, una de las diputadas de perfil más alto de Podemos.
Al contrario que otros miembros de Podemos, Montero votó "no" a la investidura de Sánchez. Pero responsables del partido dijeron que fue porque la diputada, que está embarazada, votó a primera hora de la mañana telemáticamente, antes de que el partido cambiara de opinión y decidiera abstenerse.
(Información de Paul Day, Belén Carreño, Ingrid Melander. Traducido por Emma Pinedo)