MADRID, 23 oct (Reuters) - El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, pidió el viernes a los españoles que limiten aún más el contacto social para combatir el peor foco del nuevo coronavirus en Europa, pero no llegó a anunciar nuevas medidas en medio de las disputas políticas por los posibles toques de queda.
En una declaración institucional desde el Palacio de la Moncloa en Madrid, Sánchez dijo que se ha establecido un sistema de alertas de cuatro fases y que si en algún territorio del país se alcanza la cuarta o más extrema, habría que adoptar medidas duras que requerirán de la aplicación del estado de alarma.
"Debemos intensificar la acción para conseguir doblegar de nuevo la curva... Estamos listos para adoptar todas y cada una de las medidas necesarias", dijo Sánchez.
Con un total de más de un millón de casos esta semana, el ministro de Sanidad dijo que la pandemia estaba fuera de control y recomendó toques de queda.
Sánchez, aunque no descarta más medidas a nivel nacional en el futuro, no anunció ningún nuevo paso por ahora, aunque siguió repitiendo que había que hacer más. El presidente dijo que cada una de las 17 comunidades debía decidir los próximos pasos, mientras que los ciudadanos debían imponer sus propios límites.
COMPLEJIDADES DE LOS TOQUES DE QUEDA
El viernes por la mañana, la comunidad de Castilla y León solicitó al Gobierno central que imponga el toque de queda en toda la región. La mayoría de las demás comunidades también están a favor de alguna forma de toque de queda, pero Madrid se opone a tal medida.
Para complicar aún más las cosas, las comunidades no tienen autoridad jurídica para imponer toques de queda sin una decisión a nivel nacional.
"El virus no entiende de fronteras administrativas ni de ni de criterios ideológicos", dijo en una rueda de prensa Alfonso Fernández Mañueco, el presidente de la Junta de Castilla y León.
"Hoy se va a elaborar ese instrumento jurídico para que el toque de queda sea efectivo este fin de semana. Si puede ser mañana, mejor que pasado".
El líder del País Vasco, Iñigo Urkullu, reclamó el viernes al presidente del Gobierno el estado de alarma, lo que daría a las regiones el respaldo legal actuar y limitar el movimiento de la población.
España registró el viernes 19.851 nuevos casos de COVID-19, elevando el número total de infectados a 1.046.132- el sexto país con las cifras más altas del mundo después de Estados Unidos, India, Brasil, Rusia y Argentina.
El número de muertos ascendió el viernes hasta los 34.752.
Sánchez indicó que el número de infecciones de COVID-19 en base a las opiniones y cálculos de expertos es muy superior al de los registros oficiales y supera los tres millones de contagios.
(Información de Emma Pinedo, Belén Carreño, Nathan Allen, Jose Elías Rodríguez; editado en español por Jorge Martínez y Andrea Ariet)