PEKÍN (Reuters) - China comenzará este año los trabajos preparatorios para construir una estación de supervisión medioambiental en el arrefice Scarborough en el Mar de China Meridional, dijo un responsable, mientras que dos senadores estadounidenses propusieron un proyecto de ley para imponer sanciones por las actividades chinas en dicha zona marítima.
El mes pasado, un ministro filipino dijo que el presidente chino, Xi Jinping, había prometido a su homólogo filipino que China no construiría estructuras en este arrecife, reclamado por ambos países, aunque China tildó estas declaraciones de "desconcertantes y lamentables".
China tomó en 2012 el banco de arena, situado al noreste de las islas Spratly, y negó el acceso a los pescadores filipinos.
No obstante, tras la visita a su país el año pasado del presidente filipino, Rodrigo Duterte, les permitió volver a su área de pesca tradicional.
Esta semana, Xiao Jie, el alcalde de la región que China llama Ciudad Sansha - que es la sede administrativa para las islas y atolones en disputa que controla esta zona, dijo que China planea comenzar este año trabajos preparatorios para construir estaciones de supervisión medioambiental en una serie de islas, incluido el arrecife Scarborough.
Las estaciones de supervisión, junto con muelles y otras infraestructuras, forman parte de los esfuerzos de restauración de las islas y de prevención de la erosión planeados para 2017, dijo Xiao al medio Hainan Daily en una entrevista.
Un portavoz del ministerio de Exteriores filipino, Charles Jose, declinó hacer declaraciones al respecto, argumentando que está intentando verificar dichas informaciones.
El secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, llega a Pekín el sábado para una visita de dos días en la que previsiblemente se abordará la disputa por la zona, que los chinos reclaman casi por completo.
Brunéi, Malasia, Filipinas, Taiwán y Vietnam también reclaman partes de esta zona marítima, que tiene ricos bancos de pesca, además de depósitos de petróleo y gas. El valor del comercio que atraviesa esta zona se estima en aproximadamente 5 billones de dólares anuales.
Estados Unidos ha criticado la construcción por parte de China de islas artificiales y el desarrollo de sus instalaciones militares en esta zona, mostrándose preocupado por la posibilidad de que pudiesen ser utilizadas para restringir la libertad de movimiento.