Por Steve Keating
NUEVA YORK (Reuters) - La tenista Serena Williams cayó el jueves ante Karolina Pliskova por 6-2 y 7-5(5), una derrota en semifinales que frustró por segundo año consecutivo sus esperanzas de conseguir un séptimo título del Abierto de Estados Unidos y le costó el número uno del mundo.
El año pasado, Williams llegó a semifinales con la opción de lograr los cuatro títulos de grand slam en un año calendario, pero sufrió una de las sorpresas más grandes de la historia del tenis cuando fue derrotada por Roberta Vinci (PA:SGEF), a quien las casas de apuestas daban una posibilidad en 300 de ganar.
Este año fue la checa Pliskova, décima cabeza de serie y quien hasta esta semana nunca había superado la tercera ronda de un grand slam, quien dio la sorpresa al vencer a Williams en el estadio Arthur Ashe en una hora y 26 minutos.
"No lo creo. En realidad, sí, lo creo", dijo Pliskova en una entrevista desde la pista. "Siempre supe que tenía posibilidades de vencer a cualquiera si jugaba mi tenis (...) pero esto es algo asombroso", agregó.
"Serena es una campeona, así que nunca es fácil jugar con ella. Ustedes vieron que incluso cuando estaba abajo por un quiebre ella seguía luchando, así que es muy difícil", refirió.
En esta oportunidad, Williams no tenía opciones de conseguir el grand slam en un año calendario, sin embargo, la estadounidense podría haber hecho historia si ganaba su vigésimo tercer título de grand slam y superaba a Steffi Graf como la mejor tenista de la era profesional.
Después de 186 semanas consecutivas como la mejor jugadora del ránking, Williams cederá el número uno del mundo a la alemana Angelique Kerber, ya que necesitaba llegar a la final para conservar su posición.
Kerber, segunda favorita, avanzó a la final al vencer a la danesa Caroline Wozniacki por 6-4 y 6-3.
Después de un duro partido a tres sets en cuartos de final frente a la rumana Simona Halep 24 horas antes, Williams pareció lenta frente a la espigada checa.
Claramente molesta, la estadounidense se negó a utilizar la fatiga como una excusa por su derrota y atribuyó su lentitud a problemas en una rodilla que limitaron su movilidad.
"Bueno, no me voy a repetir. No estaba cansada por el partido de ayer (...) Si no puedes volver después de 24 horas y jugar nuevamente, entonces no deberías estar en el circuito", afirmó.
"He tenido problemas serios en la rodilla izquierda. No estaba cansada. La fatiga no tuvo nada que ver con esto (...) No pude moverme de la manera que quería hacerlo", concluyó.