MADRID (Reuters) - Podemos, el tercer partido más votado en las pasadas elecciones y una de las claves para la formación del nuevo gobierno que pretende formar a principios de marzo el segundo partido, el PSOE, volvió a adelantarse el martes con una detallada propuesta de gobierno que incluye memoria económica.
El líder de la formación antiausteridad, Pablo Iglesias, explicó las líneas maestras de un plan de cien páginas que ya ha entregado a los grupos parlamentarios y los agentes sociales y que propone una reforma fiscal y flexibilización de los objetivos de déficit para poder aumentar el gasto público.
Bajo la máxima de revertir los recortes en los servicios públicos realizados en la última legislatura, Iglesias propone aumentar el gasto público en 96.000 millones de euros durante la legislatura (hasta 2019), con el foco en sanidad, educación, protección social y transición energética.
Podemos espera compensar estos incrementos con un aumento de la recaudación de unos 40.000 millones de euros por una reforma fiscal "progresiva" y la lucha contra el fraude. Y busca recaudar otros 29.700 millones de euros por el "efecto expansivo del aumento del gasto público".
Pretende también que el nuevo gobierno, en el que aspira a ocupar la vicepresidencia y varios ministerios de acuerdo a la proporcionalidad de sus 69 escaños, solicite a Bruselas retrasar y moderar el objetivo de déficit público, para situarlo por debajo del 3,2 por ciento en 2018 y en el 2,2 en 2019.
Este ajuste permitiría, según cálculos de Podemos, disponer de otros 26.300 millones de euros que completarían la cobertura de los 96.000 millones de mayor gasto.
- Documento de propuesta de Podemos:
CATALUÑA Y OTROS ESCOLLOS
Después de que el presidente de la mesa del Congreso, Patxi López, desvelase que el próximo dos de marzo dará comienzo el debate de investidura de Pedro Sánchez, Iglesias se mostró convencido de que hay tiempo y posibilidades para alcanzar un acuerdo entre PSOE, Podemos y sus confluencias, e Izquierda Unida.
"Sí (hay tiempo). Espero de corazón que el candidato del partido socialista sea mi presidente", dijo Iglesias.
Pero, al margen de los puntos de coincidencia con el PSOE y otras fuerzas de izquierda sobre revertir la reforma laboral, luchar contra la corrupción o regenerar la vida democrática, Podemos puso de manifiesto la dificultad de alcanzar un acuerdo al mantener su propuesta de celebrar un referéndum de autodeterminación en Cataluña, escollo fundamental para los socialistas.
"Nos sentaremos con Podemos de forma inmediata cuando ellos quieran, llevamos 10 días esperando, entre otras cosas para decirles que no a ese referéndum", dijo el portavoz del grupo parlamentario socialista en el Congreso Antonio Hernando, inmediatamente después de Iglesias.
En el programa presentado el lunes, Podemos mantiene que es "imprescindible" impulsar el proceso de referéndum sobre la autodeterminación en Cataluña en la primera parte de la legislatura, aunque Iglesias se mostró dispuesto a escuchar otras propuestas.
"Siempre hemos dicho que el referéndum es la mejor propuesta, pero estamos dispuestos a hablar y a escuchar nuevas propuestas", dijo Iglesias.
Los vetos cruzados entre partidos y la necesidad de sumar varias formaciones para alcanzar mayorías en un Congreso muy fragmentado dejan claro que las negociaciones para Sánchez son muy difíciles.
El líder del PSOE, que obtuvo sólo 90 diputados de un total de 350 en las elecciones de diciembre, frente a los 123 del Partido Popular, recibió el encargo del rey para intentar formar Gobierno después de que el líder conservador Mariano Rajoy rechazara ese ofrecimiento por carecer de los apoyos.
Sánchez, que casi en lo único que coincide con el actual gobierno en funciones es en la unidad de España, ha rechazado abiertamente el apoyo de fuerzas independentistas catalanas a su investidura, pero podría necesitar al menos su abstención para gobernar.
Para ilustrar también el clima de desconfianza y dificultad, el portavoz socialista recordó que la iniciativa de gobierno le corresponde a Sánchez y le pidió a Iglesias que ocupara su lugar.
"Esto (el documento) lo hemos recibido con perplejidad, con preocupación y con decepción porque después de esperar 10 días esperábamos que todo el mundo hubiese asumido el papel que le corresponde en estos momentos y que no le hiciese perder más tiempo a la ciudadanía", dijo.