Por Joseph Nasr y Sabine Siebold
HAMBURGO, Alemania (Reuters) - La policía alemana arrojó el viernes gas lacrimógeno para dispersar a una multitud de violentos manifestantes anticapitalistas en Hamburgo, en una noche de enfrentamientos que buscan interrumpir una cumbre de líderes mundiales en la ciudad.
Comandos de la policía fuertemente armados se movilizaron después de que activistas trataron durante gran parte del día arrebatar el control de las calles a más de 15.000 agentes, con incendios, saqueos y barricadas.
Fogatas ardieron en el centro de Hamburgo el viernes por la noche, mientras los líderes de los 20 países más poderosos del mundo escuchaban la Novena Sinfonía de Beethoven y disfrutaban de una cena.
La policía se preparaba para entrar en el distrito de Schanzenviertel cerca de la medianoche, antes de encuentros de líderes del G-20 el sábado.
La policía dijo que al menos 197 efectivos fueron heridos en los enfrentamientos y arrestó a 19 manifestantes.
Los activistas incendiaron automóviles y camiones, saquearon tiendas, encendieron petardos y amplificaron música de Jimi Hendrix en un vano intento por ahogar la música clásica que se tocaba en la sala de conciertos de Elbphilarmonie al otro lado del río Elba.
Las protestas empañaron una reunión que la canciller alemana Angela Merkel esperaba que demostrara el compromiso inquebrantable de su país con la libertad de expresión y de reunión. "Entiendo las manifestaciones pacíficas, pero las manifestaciones violentas ponen en peligro vidas humanas", dijo.
Los participantes del G-20 elogiaron el trabajo de la policía para mantener la seguridad de la reunión, pero dijeron que nunca habían visto a los manifestantes tan cerca de una cumbre.
La policía perseguía a miembros del movimiento radical Black Bloc que quiere derrocar al capitalismo, y tuvo algo de éxito en interrumpir reuniones entre líderes, pese al anillo de seguridad que los rodeaba.
A pesar del caos que amenazó con sobrepasar la seguridad en varios lugares de la ciudad, la cumbre se realizaba como estaba previsto, con la participación de miles de personas de decenas de países. Aún así, algunos planes se vieron afectados.
La policía impidió que una caravana de la primera dama estadounidense, Melania Trump, dejara el hotel para un recorrido por el puerto de la ciudad, dijo una portavoz de la esposa del presidente.
Un portavoz de la policía dijo que sólo un número pequeño de activistas de extrema izquierda o anarquistas participaron en los disturbios, mientras que la mayoría de los 100.000 manifestantes en la ciudad marchó en paz.