Por Joanna Plucinska y Robin Emmott
VARSOVIA/BRUSELAS (Reuters) - Las esperanzas de los partidos de extrema derecha de forjar un bloque unido en el nuevo Parlamento Europeo sufrieron un duro revés el miércoles, cuando Ley y Justicia (PiS, por sus siglas en polaco), el partido nacionalista que gobierna en Polonia, descartó la posibilidad de unirse a una agrupación de este tipo debido a las marcadas diferencias en las relaciones con Rusia.
El vicepresidente italiano Matteo Salvini, líder del partido ultraderechista la Liga que fue uno de los más exitosos en las elecciones europeas del mes pasado, ha tratado de persuadir a los partidos nacionalistas de Europa para que dejen de lado sus diferencias y formen una Alianza Europea para los Pueblos y las Naciones en la nueva asamblea, que se compondría de 10 partidos.
Sin embargo, la semana pasada el primer ministro nacionalista húngaro, Viktor Orban, descartó prácticamente unirse al grupo euroescéptico de Salvini, mientras que el miércoles Jaroslaw Kaczynski, líder del polaco PiS, también expresó sus dudas.
"En lo que respecta al Sr. Salvini, tenemos el problema de que quiere crear un nuevo grupo con formaciones con las que no podemos concordar", dijo Kaczynski a la emisora privada polaca Radio Wnet.
"Se trata del grupo Concentración Nacional (de Francia), de la Sra. (Marine) Le Pen. También de Alternativa para Alemania", dijo. "Se trata de algo que no podemos aceptar bajo ninguna circunstancia".
El partido de Le Pen, la Alternativa para Alemania y la Liga de Salvini tienen relaciones relativamente buenas con Rusia, una postura que el PiS, con su desconfianza hacia el Kremlin tan arraigada en el acervo político polaco, no comparte.
El PiS, que propugna los valores católicos tradicionales y la resistencia a lo que considera el expansionismo ruso en Ucrania y otros lugares, obtuvo 26 de los 51 escaños asignados a Polonia en el nuevo Parlamento Europeo. Se espera que permanezca en el grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos en la asamblea.
Salvini esperaba que el deseo compartido de los partidos euroescépticos de reformar el bloque, mediante la devolución de poderes a los Estados miembros y la imposición de más restricciones a la inmigración, superara cualquier preocupación sobre la interferencia rusa.
(Información de Anna Koper en Varsovia; Traducido por Darío Fernández en la redacción de Gdynia)