Por Andrei Khalip y Sergio Goncalves
LISBOA (Reuters) - Portugal redujo su déficit presupuestario el año pasado en más de la mitad, hasta un 2,1 por ciento del Producto Interior Bruto, el nivel más bajo desde la vuelta a la democracia en 1974 y por debajo del objetivo del 2,5 por ciento pactado con Bruselas.
La deuda pública se incrementó, sin embargo, un tema preocupante en un país que recientemente necesitó un rescate internacional para mantenerse a flote.
Los datos oficiales mostraron el viernes que la brecha presupuestaria acabó por primera vez por debajo del límite de la Unión Europea del 3 por ciento, reforzando las esperanzas del Gobierno de abandonar el procedimiento de avisos por déficit excesivo del bloque este año, cuando espera que la brecha se reduzca más.
"Portugal dejará atrás finalmente el procedimiento de déficit excesivo. La salida reforzará la confianza en nuestra economía en casa y fuera, incrementando nuestra capacidad para invertir en reformas que impulsen nuestra competitividad", dijo el ministro de Finanzas, Mario Centeno, en rueda de prensa.
"En los próximos años, nuestro déficit quedará claramente por debajo de lo que se nos requiere", dijo, en referencia al límite del 3 por ciento.
El balance primario, descontando los pagos de deuda, arrojó un superávit del 2,2 por ciento del PIB el año pasado.
Si Eurostat, el organismo de estadística de la Unión Europea, confirma las estimaciones, la Comisión Europea probablemente aborde el caso de Portugal en abril para ver si le cierra el procedimiento de plazos y objetivos estrictos para países que no cumplen con el límite.
El Instituto Nacional de Estadística de Portugal situó el déficit de este año en el 1,6 por ciento, en línea con el objetivo establecido en el presupuesto de este año. En 2015, el déficit fue del 4,4 por ciento.
Sin embargo, la deuda pública del país creció el año pasado al 130,4 por ciento del PIB, desde el 129 por ciento en 2015, cerca del récord de 2014, situado en el 130,6 por ciento. El INE dijo que esperaba que cayera al 128,5 por ciento este año.
"La cifra principal (el déficit) es obviamente positiva. Sin embargo, sólo cuando el ratio deuda-PIB comience a descender podremos hablar de una mejora de las condiciones económicas y financieras del país", dijo Filipe Garcia, responsable de la consultoría Informacao de Mercados Financeiros en Oporto.
El Gobierno socialista en minoría, que llegó al poder a finales de 2015 y al que respalda en el Parlamento la izquierda radical, ha logrado combinar una consolidación presupuestaria con el fin de las medidas de austeridad impuestas por la Administración anterior bajo el rescate internación de 2011-14.
La reducción del déficit se produjo pese a la ligera desaceleración del crecimiento económico el año pasado, al 1,4 por ciento desde el 1,6 por ciento, mientras que el instituto de estadísticas dijo también que una caída en la formación bruta de capital fijo -una medida de inversión en la economía- ayudó a reducir el déficit.
"Un mayor recorte de la inversión pública sería preocupante si continúa siendo necesario para la consolidación fiscal", advirtió Jose Cerdeira, economista de Banco BPI (LS:BBPI).
Con todo, reconoció que los números eran "ciertamente positivos para el argumento de sacar al país del procedimiento de déficit excesivo, especialmente porque se prevé una mayor consolidación en 2017 y porque se espera que el ratio de deuda caiga".
Los niveles de deuda se han visto impulsados por los rescates estatales de dos bancos en 2014 y 2015.