AMÁN (Reuters) - Una delegación de la oposición siria llegó la noche del sábado a Ginebra diciendo que estaba dispuesta a transformar en un éxito las conversaciones de paz de la ONU y poner a prueba la intención del Gobierno de aplicar las resoluciones internacionales.
Salim el-Muslat, portavoz del Alto Comité para las Negociaciones, dijo que el presidente Bashar el-Asad debe liberar a las mujeres y niños de las cárceles gubernamentales y permitir la llegada de ayuda en zonas sitiadas, aunque destacó que no tenían condiciones previas de cara a las conversaciones.
"Estamos dispuestos a hacer de esta negociación un éxito. Pero debemos hacerle peticiones al otro bando. El otro bando está fingiendo representar al pueblo sirio, aunque lo está asesinando", dijo Muslat a reporteros tras la llegada de la delegación a su hotel en Ginebra tras un vuelo desde Riad.
Una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU aprobado el mes pasado exige que todas las partes del conflicto permitan la entrega de ayuda humanitaria inmediata en las zonas sitiadas y la liberación de detenidos de forma arbitraria, además de detener los ataques contra civiles.
La delegación del comité opositor está compuesta por más de 20 personas, incluyendo al menos una mujer, y llegó a su hotel en una camioneta blanca con escolta policial. Otros miembros del bloque habían llegado más temprano en taxi, mientras que un grupo más grande se retrasó por "problemas de visa" en el aeropuerto de Ginebra.
Muslat dijo que la insistencia en la aplicación de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU no era una condición previa para las conversaciones, aunque es una responsabilidad de los miembros del organismo, que incluyen a Rusia, el principal aliado de Siria.
En casi cinco años de guerra, más de 250.000 personas han muerto y más de 10 millones han sido desplazadas de sus hogares. Además, casi medio millón vive en una zona sitiada a la que no llega la ayuda humanitaria.