MADRID, 21 may (Reuters) - Los partidos de la frágil coalición del Gobierno de España, PSOE y Unidas Podemos, pactaron el miércoles una derogación de la reforma laboral implantada por el conservador Partido Popular en el contexto de la crisis financiera mundial de hace una década.
"Recuperaremos los derechos laborales arrebatados por la reforma laboral de 2012", dijo el partido socialista en una nota aclaratoria dirigida a los medios que rectificaba partes del texto acordado en un principio.
En la misma comunicación figuran propuestas que ya estaban comprendidas en el acuerdo de coalición entre los dos partidos del Gobierno, dándose la circunstancia de que una de ellas, la derogación de los despidos por bajas médicas justificadas, ya ha sido llevada a efecto.
Sin embargo, el acuerdo original que el partido vasco EH Bildu publicó anoche en su cuenta de Twitter establecía en su primer punto que la derogación se iba a efectuar de "manera íntegra", así como que se llevaría a cabo antes de la finalización de las medidas extraordinarias del Gobierno para mitigar el impacto de la pandemia de coronavirus.
La propia portavoz de EH Bildu en el Congreso de los Diputados, Mertxe Aizpurua, lo había avanzado el miércoles antes de la votación de la quinta prórroga del estado de alarma, en la que los 5 diputados de su formación se abstuvieron.
El acuerdo para modificar la reforma laboral que diseñó el actual vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, y que redundó en el abaratamiento de los despidos, fue recibido con gran polémica por los agentes sociales y la prensa de España.
Además, pilló desprevenido a gran parte del gabinete de ministros de Pedro Sánchez, dijo la Cadena Ser.
En un contundente comunicado, las patronales CEOE y Cepyme dijeron que el pacto supone "un desprecio indignante al diálogo social (...) y tendrá unas consecuencias negativas incalculables en la economía española y en la confianza empresarial tanto nacional como internacional, que impactarán de forma profundamente negativa en el empleo".
La controversia llega en un momento en que la crispación política en España crece dentro y fuera el parlamento por el impacto económico de la pandemia y por las restricciones al movimiento que sufre la población desde mediados de marzo.
El jueves, el Ejecutivo de coalición sacó adelante la quinta prórroga del estado de alarma, hasta el 7 de junio, por un ajustado margen y con el apoyo clave de Ciudadanos y los nacionalistas vascos del PNV, formaciones que no sintonizan políticamente con EH Bildu.
(Información de Belén Carreño y Jose Elías Rodríguez; editado por Darío Fernández)