Por Robert MacMillan y Mike Blake
CHARLOTTE, EEUU (Reuters) - La policía de la ciudad estadounidense de Charlotte mostró el sábado las grabaciones de la muerte a tiros de un hombre negro, un hecho que provocó múltiples protestas en Carolina del Norte, pero en las imágenes no se ve si la víctima sostenía o no una pistola.
La cámara en el salpicadero de un coche patrulla de policía muestra a Keith Scott, que murió el martes, saliendo de su coche y alejándose de él. La policía le grita que tire el arma, pero no queda claro que tuviese algo en las manos. Luego hay disparos y Scott cae.
Una segunda cámara que portaba un policía no muestra el momento de los disparos. Se ve a Scott fuera del vehículo antes de que le dispararan, pero la grabación tampoco aclara si tenía algo en las manos. Luego un policía se mueve y Scott desaparece del campo visual hasta que se le ve en el suelo.
El jefe de la policía de Charlotte-Mecklenburg, Kerr Putney, había anunciado que se mostrarían las imágenes en una conferencia de prensa, tras días de manifestaciones donde se exigía que las autoridades permitieran que el público viera las grabaciones de lo sucedido el martes.
Putney dijo, antes de que se mostraran las imágenes, que en sí los vídeos eran "insuficientes" para probar que Scott tenía un arma. La policía de Charlotte sostiene que Scott llevaba una pistola, algo que su familia ha negado.
"No hay ninguna evidencia visual definitiva de que él tuviera una pistola en la mano. Se puede ver algo en la mano y que apunta a un oficial. Eso no se distingue en el vídeo", dijo Putney. "Pero lo que sí vemos es una evidencia convincente que, cuando se unen las piezas, lo respalda", añadió.
La conferencia de prensa se realizó mientras los manifestantes participaban el sábado en un quinto día de protestas en Charlotte, donde pidieron el fin de las medidas de emergencia impuestas en la ciudad esta semana, el retiro de las tropas de la Guardia Nacional y la salida de los agentes implicados en el incidente para que sean procesados.
La muerte de Keith Scott, de 43 años, forma parte de una serie de incidentes mortales en todo Estados Unidos en los últimos años en los que ha estado involucrada la policía y afroamericanos.
(Editado en español por María Cecilia Mora y Rodrigo Charme)