Por Bart Biesemans
BRUSELAS/MADRID, 5 sep (Reuters) -El exlíder en el exilio de Cataluña Carles Puigdemont afirmó el martes que deben abandonarse todas las causas judiciales contra el separatismo catalán como condición para que su partido negocie en el Parlamento el apoyo de sus diputados a un nuevo presidente del Gobierno español.
En un discurso en Bruselas, Puigdemont —prófugo de la justicia española por intentar la secesión cuando lideró Cataluña en 2016-2017— dijo que cualquier apoyo de su partido requeriría concesiones significativas por parte de los socialistas del presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, o los españoles tendrán que ir a las urnas una vez más.
La coalición de Sánchez busca el apoyo del partido Junts per Catalunya de Puigdemont para mantenerse en el poder tras las elecciones del 23 de julio. La vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, visitó a Puigdemont en Bruselas el lunes.
Alberto Núñez Feijóo, cuyo partido, el conservador Partido Popular, fue el más votado en las elecciones del 23 de julio, será el primero en intentar la investidura el 27 de septiembre, aunque sus posibilidades de ganar la votación se consideran escasas, ya que el partido se opone firmemente a cualquier concesión a los separatistas.
Si el intento de Feijóo de formar Gobierno fracasa, corresponderá a Sánchez ver si puede reunir apoyos para formar Gobierno, lo que se ve imposible sin el apoyo de los siete parlamentarios del partido de Puigdemont.
Puigdemont pidió a España que respete la legitimidad del movimiento independentista catalán, cree un mecanismo que reconozca y garantice el cumplimiento de los acuerdos alcanzados y abandone las acciones judiciales contra los independentistas.
"Estén preparados para que haya elecciones, pero también para una negociación que puede culminar con un acuerdo histórico", dijo Puigdemont. "No hemos aguantado estos años para salvar una investidura. Más claro no se puede decir."
Puigdemont dijo que el Parlamento español tendría que elaborar una legislación que concediera una amnistía a los partidarios de la independencia catalana.
También argumentó que un referéndum de independencia sería legal y democrático y dijo que lo único que faltaba era la "voluntad política" para que se celebrara.
Pero no insistió en que la votación fuera una condición para sentarse a negociar. El Gobierno regional de Puigdemont celebró un referéndum sobre la independencia de Cataluña en 2017 a pesar de que el Tribunal Constitucional español había dictaminado que era ilegal.
Una amnistía y pasos que allanen el camino para un referéndum "determinarán la viabilidad y el éxito de una negociación", dijo Puigdemont. También dijo que no abandonaría la opción de acciones "unilaterales" para lograr el objetivo de la independencia.
El catalán también debe ser reconocido como lengua oficial en las instituciones de la Unión Europea, dijo Puigdemont.
(Reporte de Bart Biesemans en Bruselas e Inti Landauro y Belén Carreño en Madrid; escrito por David Latona y Charlie Devereux; editado en español por José Muñoz y Benjamín Mejías Valencia)