MADRID (Reuters) - El expresidente catalán Carles Puigdemont, perseguido por rebelión y sedición en España, insistió el domingo en que volverá a Cataluña si el independentismo gana las elecciones regionales del próximo jueves, a riesgo de ser detenido.
En una entrevista con La Vanguardia, el dirigente -cesado tras la declaración unilateral de independencia de octubre pasado- dijo sentirse el legítimo presidente de los catalanes y consideró que el 21D no son unas elecciones al uso, sino un referéndum sobre la intervención del Gobierno central en la región mediterránea.
"Si se respeta el resultado de las elecciones y ese resultado es que el 155 ha sido rechazado por los catalanes –porque estas elecciones son un plebiscito sobre el 155–, no tengo más alternativa que volver", dijo Puigdemont.
No obstante, el político del PDeCat, que encabeza la plataforma independentista Junts per Catalunya en estas elecciones, dudó de que el Gobierno español fuera a aceptar el resultado de unos comicios fijados por Mariano Rajoy para atajar las ansias independentistas de la Generalitat.
"Me temo que si no les gustan los resultados, tendremos 155 para rato", añadió.
Según todos los sondeos, las fuerzas independentistas tendrían dificultades para renovar la mayoría que han tenido en los últimos dos años en un Parlament en el que tampoco obtendrían mayoría los partidos llamados constitucionalistas.
Las últimas encuestas permitidas reflejan que los independentistas de ERC y los constitucionalistas de Ciudadanos se disputarán ser la fuerza más votada el próximo jueves, cuando la cámara regional quedaría tan fragmentada que difícilmente servirá para superar la brecha abierta por el proceso independentista en Cataluña. [nL8N1OF2FS]
En una encuesta realizada el sábado desde Andorra por el diario El Periódico fuera del período oficial de sondeos, ERC se perfila como la más votada en una cita en la que se prevé un récord de participación y en la que los indecisos rondan el 28 por ciento de los 5,5 millones de electores.
Según este sondeo, la candidatura de Puigdemont sería la tercera más votada, saliendo aparentemente perjudicada tras no haber cerrado un acuerdo con sus exsocios de ERC, cuyo máximo dirigente, el exvicepresidente catalán Oriol Junqueras, hace campaña desde la cárcel en la que está en prisión preventiva por los mismos delitos de los que se acusa a Puigdemont.