MADRID (Reuters) - El expresidente de la Generalitat de Cataluña Jordi Pujol renunciará a los cargos honoríficos dentro de su partido y a sus retribuciones como exjefe del Ejecutivo catalán, después de que la semana pasada reconociera que en los últimos 30 años ha tenido dinero sin regularizar en el extranjero.
Pujol, de 84 años, abandonará los cargos de presidente fundador del partido Convergència Democrática de Cataluña y de la federación Convergència i Unió, y no seguirá recibiendo una pensión vitalicia anual superior a 86.000 euros, según anunció el presidente del Ejecutivo catalán, Artur Mas.
"Renuncia a todo", dijo Mas en una comparecencia extraordinaria en el Palau de la Generalit, en la que aseguró que la decisión de renunciar a los privilegios había sido ofrecida por Pujol y aceptada por él.
También renunciará al derecho del uso de una oficina en el centro de Barcelona.
Pujol, que fue presidente de la Generalitat entre 1980 y 2003, admitió el viernes pasado en un comunicado haber tenido fuera de España durante más de 30 años una cantidad de dinero sin especificar, proveniente de la herencia de su padre, Florenci Pujol i Brugat, fundador de Banca Catalana.
El anuncio de la marcha de Pujol se produce un día antes de que Mas se reúna con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en un encuentro en el que tiene previsto abordar las discrepancias que mantienen sobre su intención de celebrar una consulta no vinculante sobre la independencia de Cataluña.
Mas, que dijo haberse reunido con Pujol el viernes tras el comunicado del exlíder catalán y de nuevo tras el fin de semana, confesó que sentía un "dolor inmenso" por lo ocurrido con quien considera su "padre político".
"Él (Pujol) tiene actitud de colaboración para que el daño sea el menor posible. El daño no se puede obviar, el daño existe, pero puede ser el menor posible", agregó Mas, que fue elegido por el mismo Pujol como su sucesor.
El histórico líder catalán declaró que el dinero lo había recibido meses antes de que asumiese la presidencia de la Generalitat tras la muerte de su padre en 1980 y aseguró que había sido regularizado con Hacienda a través de la amnistía decretada por el Gobierno español en noviembre de 2012.
La declaración de Pujol, que dijo que está dispuesto a comparecer ante las autoridades judiciales y tributarias, llegó después de dos años de investigaciones judiciales por presuntos delitos de corrupción en las que se han visto implicados dos de sus hijos.
El mayor de ellos, Jordi Pujol Ferrusola, está siendo investigado después de que su expareja, María Victoria Álvarez, declarara ante la Audiencia Nacional que él tenía dinero en paraísos fiscales.
Oriol Pujol, otro de sus hijos, abandonó sus cargos como presidente del grupo parlamentario de Convergència i Unió y como secretario general de Convergència Democrática de Catalunya tras su imputación por tráfico de influencias.