Por Denis Dyomkin
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, advirtió el viernes a Rumania y Polonia de que podrían siendo foto de ataques rusos, debido a que alojan partes de un escudo protector antimisiles que Moscú considera como una amenaza a su seguridad.
Putin lanzó su advertencia más severa hasta el momento sobre el escudo antimisiles, recordando que Moscú ha dicho reiteradamente que tomará medidas como represalia, pero que Washington y sus aliados han ignorado las alertas.
Antes este mes, el Ejército de Estados Unidos -que sostiene que el escudo es necesario como una protección contra misiles iraníes y no es una amenaza para Rusia- activó el componente rumano del escudo. Las obras siguen avanzando en otras partes del escudo en Polonia.
"Si ayer en esas áreas de Rumania la gente sencillamente no sabía lo que significa estar en el punto de mira, entonces hoy nos veremos obligados a tomar ciertas medidas para garantizar nuestra seguridad", dijo Putin en Atenas, en una conferencia de prensa junto al primer ministro griego, Alexis Tsipras. "Será igual con Polonia", afirmó.
Putin no especificó qué medidas podría tomar Rusia, pero insistió en que Moscú no dio el primer paso y sólo está respondiendo a las acciones de Washington. "Nosotros no tomaremos ninguna acción hasta que veamos cohetes en zonas vecinas".
Dijo que la afirmación de que el proyecto es necesario para defenderse de Irán carece de sentido, porque se alcanzó un acuerdo internacional para frenar el programa nuclear de Teherán. Los misiles que formarán el escudo pueden alcanzar fácilmente ciudades rusas, declaró.
"¿Cómo no es eso una amenaza para nosotros?", preguntó Putin.
El presidente expresó su frustración debido a que las quejas de Rusia sobre el escudo antimisiles no fueron escuchadas. "Hemos estado repitiendo como un mantra que nos veremos obligados a responder (...) Nadie nos quiere escuchar. Nadie quiere negociar con nosotros", declaró.