ASTANÁ, 13 oct (Reuters) - El presidente ruso, Vladimir Putin, aprovechó un discurso ante los líderes asiáticos el jueves para desarrollar un tema en el que ha insistido con más ahínco a medida que la fortuna militar de Rusia ha disminuido: que Moscú está luchando contra Occidente para establecer un mundo más justo.
Con el endurecimiento de las sanciones económicas occidentales, Putin ha pasado de luchar contra los supuestos "fascistas" de Kiev a enfrentarse a un "Occidente colectivo" que está armando a Ucrania con el supuesto objetivo de ampliar su influencia a costa de Rusia.
"El mundo se está volviendo verdaderamente multipolar", dijo Putin. "Y Asia, donde están surgiendo nuevos centros de poder, desempeña un papel importante, si no clave, en él".
En una reunión de la Conferencia de Interacción y Medidas de Confianza en Asia (CICA, por sus siglas en inglés) celebrada en la capital kazaja, Astaná, Putin describió a Occidente como una potencia neocolonial empeñada en frenar el desarrollo del resto del mundo y explotar a los países más pobres.
"Al igual que muchos de nuestros socios en Asia, creemos que es necesaria una revisión del sistema financiero mundial, que durante décadas ha permitido a los autoproclamados 'billonarios de oro', que redirigieron todos los flujos de capital y las tecnologías hacia ellos mismos, vivir en gran medida a costa de los demás", dijo Putin.
Sin embargo, los miembros de la CICA tienen sus propias agendas y también se han vuelto más valiosos para Rusia como clientes del petróleo, el gas y otras materias primas que le resulta difícil vender a Occidente.
El organismo incluye a varios países exsoviéticos de Asia Central que consideran a Rusia como su antiguo señor colonial, así como China, India y algunas naciones árabes y del sudeste asiático, que se han beneficiado de los estrechos lazos comerciales con Occidente y Japón.
Las autoridades kazajas rechazaron este mes la petición de Rusia de expulsar al embajador de Ucrania, reprendiendo a Moscú por lo que calificaron de tono inapropiado entre "socios estratégicos iguales".
La frase "billonarios de oro" se hizo popular en el discurso político ruso en la década de 1990 como parte de una teoría que postulaba que las naciones occidentales habían conspirado para explotar los recursos de otras, sobre todo de Rusia, mientras las mantenían pobres y les lavaban el cerebro a sus poblaciones.
La teoría también apoya el objetivo declarado de Putin de restaurar el estatus de poder mundial de Rusia oponiéndose a lo que él considera una conspiración dirigida por Estados Unidos.
Kiev y Occidente niegan cualquier intención de amenazar o disminuir a Rusia, que según ellos está librando una guerra de agresión imperialista contra Ucrania.
El canciller alemán, Olaf Scholz, describió el jueves la guerra en Ucrania como parte de una "cruzada" rusa contra la democracia liberal.
(Información de Tamara Vaal; escrito por Olzhas Auyezov; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)