MOSCÚ, 1 feb (Reuters) -El presidente ruso, Vladimir Putin, acusó el martes a Occidente de crear deliberadamente un escenario diseñado para empujarlo a la guerra y de ignorar los problemas de seguridad de Rusia en Ucrania.
En sus primeros comentarios públicos directos sobre la crisis desde hace casi seis semanas, un desafiante Putin no dio señales de ceder en sus demandas de seguridad, que Occidente ha calificado de insostenibles y de posible excusa para lanzar una invasión, que Moscú niega.
"Ya está claro (...) que las preocupaciones fundamentales de Rusia fueron ignoradas", dijo Putin en una conferencia de prensa con el primer ministro de Hungría, uno de los varios líderes de la OTAN que intentan interceder ante él a medida que se intensifica la crisis.
Putin describió un posible escenario futuro en el que Ucrania fuera admitida en la OTAN y luego intentara recuperar la península de Crimea, territorio que Rusia tomó en 2014.
"Imaginemos que Ucrania es miembro de la OTAN y comienza estas operaciones militares. ¿Debemos entrar en guerra con el bloque de la OTAN? ¿Alguien lo ha pensado? Aparentemente no", dijo.
Rusia ha concentrado más de 100.000 soldados en la frontera ucraniana y los países occidentales dicen que temen que Putin pueda estar planeando una invasión.
Rusia lo niega, pero ha dicho que podría emprender una acción militar no especificada si no se satisfacen sus demandas de seguridad. Los países occidentales dicen que cualquier invasión acarrearía sanciones a Moscú.
El Kremlin quiere que Occidente respete un acuerdo de 1999 según el cual ningún país puede reforzar su propia seguridad a expensas de otros, lo que a su juicio constituye el elemento central de la crisis, según dijo el ministro de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov.
El ministro planteó la carta firmada en Estambul por los miembros de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, que incluye a Estados Unidos y Canadá, durante una llamada con el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.
Lavrov dijo que Blinken aceptó la necesidad de seguir discutiendo el asunto, mientras que la versión estadounidense de la llamada se centró en la necesidad de que Moscú diera un paso atrás.
"Si el presidente Putin realmente no tiene intención de hacer una guerra o un cambio de régimen, el secretario le dijo al ministro de Asuntos Exteriores Lavrov que este es el momento de retirar las tropas y el armamento pesado y entablar un debate serio", dijo a los periodistas un alto funcionario del Departamento de Estado.
Estados Unidos está dispuesto a discutir la posibilidad de dar al Kremlin una forma de verificar la ausencia de misiles de crucero Tomahawk en las bases de la OTAN en Rumania y Polonia, si Rusia comparte información similar sobre los misiles en determinadas bases rusas, informó Bloomberg.
La Casa Blanca y el Departamento de Estado de EEUU no respondieron inmediatamente a las solicitudes de comentarios, pero una fuente familiarizada con la situación dijo que Estados Unidos solo ha ofrecido mantener conversaciones sobre diversas preocupaciones de Rusia, como cuestiones de control de armas en los foros adecuados.
"UN INSTRUMENTO"
Putin no había hablado públicamente sobre la crisis ucraniana desde el 23 de diciembre, lo que dejaba en la ambigüedad su posición personal, mientras que los diplomáticos de Rusia y Occidente han mantenido repetidas rondas de conversaciones.
Sus declaraciones del martes reflejaron una visión del mundo en la que Rusia necesita defenderse de unos Estados Unidos agresivos y hostiles. A Washington no le preocupa principalmente la seguridad de Ucrania, sino contener a Rusia, según Putin.
"En este sentido, la propia Ucrania es solo un instrumento para lograr este objetivo", dijo.
"Esto puede hacerse de diferentes maneras, atrayéndonos a algún tipo de conflicto armado y, con la ayuda de sus aliados en Europa, forzando la aplicación contra nosotros de esas duras sanciones de las que hablan ahora en Estados Unidos".
El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, que a menudo ha polemizado con los dirigentes europeos occidentales en relación con la democracia en su propio país, dijo que, tras sus conversaciones con Putin, creía que había espacio para un entendimiento.
"Hoy me he convencido de que las diferencias de posición existentes pueden salvarse y es posible firmar un acuerdo que garantice la paz, la seguridad de Rusia y que sea aceptable también para los Estados miembros de la OTAN", dijo Orban.
PISTOLA EN LA CABEZA DE UCRANIA
Mientras los países occidentales se apresuran a mostrar su solidaridad con Ucrania, Estados Unidos instó al presidente brasileño Jair Bolsonaro a cancelar una visita con Putin en Rusia, según dijo una fuente a Reuters.
El martes, el primer ministro británico, Boris Johnson, se reunió con el presidente Volodymyr Zelenskiy en Kiev y acusó a Putin de apuntar con una pistola a la cabeza de Ucrania para exigir cambios en la arquitectura de seguridad en Europa.
"Es vital que Rusia dé un paso atrás y elija un camino de diplomacia", dijo Johnson. "Y creo que eso todavía es posible. Estamos dispuestos a dialogar, por supuesto que sí, pero tenemos preparadas las sanciones, estamos prestando apoyo militar y también intensificaremos nuestra cooperación económica".
Johnson dijo que cualquier invasión rusa de Ucrania conduciría a un desastre militar y humanitario.
"Hay 200.000 hombres y mujeres en armas en Ucrania que opondrán una resistencia muy, muy feroz y sangrienta", dijo. "Creo que los padres, las madres de Rusia deberían reflexionar sobre este hecho y espero de verdad que el presidente Putin se aleje del camino del conflicto y que entablemos un diálogo".
El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, también de visita en Kiev, dijo que Polonia ayudaría a Ucrania con suministros de gas y armas, así como con ayuda humanitaria y económica.
"Al vivir cerca de un vecino como Rusia, tenemos la sensación de vivir al pie de un volcán", dijo Morawiecki.
Zelenskiy, que ha restado importancia en repetidas ocasiones a la posibilidad de una invasión inminente, firmó un decreto para aumentar sus fuerzas armadas en 100.000 efectivos durante tres años. Instó a los legisladores a mantener la calma y evitar el pánico.
El aumento de tropas no se debe "a que vayamos a tener pronto una guerra (...) sino para que pronto y en el futuro haya paz en Ucrania", dijo Zelenskiy.
(Información de Natalia Zinets y Vladimir Soldatkin; información adicional de Matthias Williams y Gabriela Baczynska desde Kiev, Tom Balmforth y Alexander Tanas desde Moscú, Krisztina Than desde Budapest, Mark Trevelyan, William James y Guy Faulconbridge desde Londres, Simon Lewis, Steve Holland, Eric Beech y Humeyra Pamuk desde Washington, Kanishka Singh desde Bengaluru y Gabriel Stargardter desde Rio De Janeiro; escrito por Peter Graff y Costas Pitas; editado por Mark Trevelyan, Mark Heinrich y Grant McCool; traducido por Tomás Cobos)