MADRID (Reuters) - El presidente de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra, dijo el jueves que una sentencia condenatoria contra los líderes del fallido proceso independentista catalán alimentaría aún más los deseos de los separatistas de abandonar España.
El pulso independentista de Cataluña ha eclipsado la política española durante los últimos años, desencadenando la mayor crisis del país en décadas desde que se celebrara el referéndum de independencia de octubre de 2017, y llegando a tener un gran peso en las elecciones generales del pasado abril.
Cataluña volverá a ocupar un lugar destacado en la agenda política de España, a la espera del fallo del Tribunal Supremo sobre los 12 líderes separatistas catalanes que se anunciará en las próximas fechas, probablemente en octubre.
Los procesados se enfrentan a penas de varios años de cárcel -la Fiscalía pide sentencias de entre 7 y 25 años- por cargos de rebelión, sedición y malversación de fondos públicos por su papel en el referéndum sobre la independencia de 2017 prohibido por los tribunales, al que siguió una efímera declaración de independencia en el Parlament catalán que no llegó a tener efecto real.
Nueve de los acusados siguen en la cárcel a la espera de la sentencia.
"Estas sentencias pueden provocar una nueva etapa en la que vamos a tomar la iniciativa... Si tú tienes la pelota él otro no la tiene. Vamos a jugar activamente", dijo el presidente del Gobierno catalán, Quim Torra, en una conferencia en Madrid.
Torra agregó que rechazaría una sentencia condenatoria y dijo que los acusados no habían tenido un juicio justo.
"Estoy completamente convencido de que el pueblo de Cataluña no aceptará como tampoco lo haré yo, como presidente, ninguna sentencia que no sea la de la libre absolución", añadió.
"Si se condena a nuestros compañeros (...) no aceptaremos esta sentencia y actuaremos en consecuencia", dijo, advirtiendo que la sentencia pondrá a prueba la "calidad democrática" en España, y señalando que el gobierno regional dará "una respuesta (con) un programa que retome la iniciativa y que vuelva a poner el objetivo de la independencia en el centro de su acción política".
Los dirigentes catalanes desafiaron una prohibición judicial de llevar a cabo el referéndum de 2017. Los enfrentamientos que se desataron durante la jornada de votación quedaron marcados por la imagen de la policía empleando sus porras contra multitudes que intentaban votar en los prohibidos comicios, culminando con la decisión del entonces gobernante Partido Popular de asumir el control de Cataluña desde Madrid con la aplicación del artículo 155 de la Constitución.
Torra no precisó en que consistirían los planes para proceder con la secesión de España si los 12 políticos y activistas procesados no son absueltos e insistió en que buscaría el máximo consenso entre los partidos catalanes para hacerlo.
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Por otra parte, el líder independentista dijo que los parlamentarios de su partido no apoyarán al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, para su reelección en el Congreso de los Diputados, a menos que se produzca un inesperado cambio de los acontecimientos.
(Información de Joan Faus; Información adicional de Tomás Cobos; Editado por Ingrid Melander, William Maclean; Traducido por Darío Fernández en la redacción de Gdansk)