MADRID (Reuters) - El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, mantuvo el sábado a María Dolores de Cospedal como secretaria general del Partido Popular pese a que tendrá que compaginar el cargo con el de ministra de Defensa, una decisión cuestionada por una parte de la formación en el poder.
En un Congreso Nacional que ha proyectado unidad en torno a su líder, Rajoy resaltó la labor de su número dos en un partido que en los últimos años se ha tenido que defender de reiterados casos de corrupción y acusaciones de financiación irregular.
"El partido ha sustentado al gobierno en momentos de terrible dificultad y también de tremenda soledad", dijo Rajoy ante miles de militantes en Madrid, donde el partido conservador celebra su 18º Congreso este fin de semana.
La tranquilidad con la que iba a transcurrir esta cita, aplazada desde 2015 por la incertidumbre política, se vio alterada por la primera sentencia del caso Gürtel, que ha salpicado a varios altos cargos del Partido Popular que supuestamente recibieron dinero a cambio de favores a empresarios.
En su discurso como único candidato a presidir el PP -una formación que ha perdido la mayoría absoluta y tres millones de votos desde 2011-, Rajoy admitió las dificultades recientes, pero destacó que aun así fue el más votado en dos elecciones consecutivas en el último año.
"Algo bueno tiene este partido (..) porque tras los arduos años pasados, ha sido capaz de ganar la confianza de los españoles", dijo ante miembros del PP que lo eligieron de nuevo presidente del partido, un cargo en el que lleva desde 2004, tras una votación de trámite el sábado entre más de 3.000 compromisarios.
Con 860.000 afiliados y más de ocho millones de votantes en 2016, el PP es de lejos el que más respaldo tiene en España, pero el calado que ha tenido el mensaje regenerador de formaciones nuevas como Podemos y Ciudadanos le ha hecho perder votos entre una ciudadanía hastiada de recortes sociales y corrupción.
"Nosotros también somos reformistas, a nuestro ritmo, siempre. No queremos revoluciones ni sobresaltos", dijo Rajoy, un político de 61 años tachado en ocasiones de inmovilista.
Para los próximos años, el presidente del PP pidió la ayuda de los militantes para afrontar retos como el populismo y el desafío soberanista en Cataluña, donde está convocado un referéndum sobre la independencia para este año al que se opone el Gobierno.
ACUSACIONES DE PUCHERAZO
La unidad que el PP quiso exhibir el viernes se resintió cuando una propuesta contra la acumulación de cargos perdió por pocos votos en un polémico proceso a mano alzada que hubo de repetirse y fue calificado posteriormente de "pucherazo".
De haber prosperado una iniciativa que parecía destinada contra Cospedal y que se ha saldado con la dimisión de dos de sus defensores, la secretaria general no podría haber compaginado su labor con la de ministra, diputada y presidenta del Partido Popular en Castilla-La Mancha.
"En esta vida se cambia lo que no funciona. Lo que funciona, no", dijo Rajoy.
Ministra desde el pasado noviembre, Cospedal ha obtenido el reconocimiento público, incluido el de varios políticos de la oposición, por pedir perdón a los familiares de las víctimas del Yak42 por la gestión que el Gobierno del PP hizo de un accidente en el que murieron 62 militares españoles en 2003.
Conocedora a fondo de Génova y ante un complicado año judicial en medio de acusaciones de financiación irregular, la número dos del PP contará con el vicesecretario de Organización, Fernando Martínez-Maíllo, al que Rajoy designó para reforzar el día a día de la formación.