MADRID (Reuters) - El socialista Pedro Sánchez reiteró el lunes, tras una nueva reunión con Mariano Rajoy, su negativa a facilitar un gobierno del Partido Popular, lo que prácticamente aseguró el fracaso de la sesión de investidura que comienza el martes y la continuación del bloqueo político en España.
Rajoy aún necesita recabar seis votos a favor o la abstención de 11 diputados para ser investido presidente esta semana, después de que alcanzara la víspera un acuerdo con Ciudadanos, que sumado al apoyo de Coalición Canaria le asegura un total de 170 apoyos en un Congreso de 350 escaños.
"Si queríamos más razones (para votar 'no') las hemos encontrado en un acuerdo que no rectifica los elementos nucleares de las leyes impuestas por el PP en estos cuatro años: la reforma laboral, la reforma educativa y la postergación de la reforma constitucional que necesita el país", dijo Sánchez en rueda de prensa tras su encuentro con Rajoy, que calificó como "prescindible".
A la pregunta de si, tras un eventual fracaso de Rajoy, modificaría su postura en caso de que el PP cambie de candidato o si buscaría formar una coalición alternativa de izquierdas, Sánchez señaló que "a partir del 2 de septiembre (...) si Rajoy no lo consigue, sigue siendo la responsabilidad del PP".
No obstante, a continuación añadió que "no podemos adelantar más cuestiones, estamos en vísperas de un debate de investidura, los procesos de investidura cambian, son dinámicos".
El líder socialista también insistió en la necesidad de que Rajoy recabe apoyos entre sus aliados ideológicos, añadiendo que la responsabilidad del PSOE es votar en contra de mantener en el poder cuatro años más al actual presidente en funciones.
En tanto, el líder popular se lamentó de la negativa de Sánchez, al que convocó después de firmar el acuerdo con Ciudadanos para escenificar un último intento de desbloqueo antes de la votación y añadir presión a los socialistas.
"(Tras una hipotética investidura fallida) lo seguiré intentando con el PSOE porque es mi obligación, porque España necesita un gobierno", dijo Mariano Rajoy ante los periodistas minutos después de la intervención de Sánchez.
"Esto empieza a arruinar nuestro crédito dentro y fuera del país", añadió el presidente en funciones sobre la dificultad para formar gobierno.
El resto de la oposición también ha dicho que dirá "no" a la investidura de Rajoy, en el proceso que formalmente pone en marcha el reloj para unas nuevas elecciones que hipotéticamente se celebrarían el 25 de diciembre, por lo que parece asegurado, salvo sorpresas de última hora, que no habrá nuevo gobierno en este primer intento a pesar del hartazgo de la ciudadanía.