Por Thomas Escritt
LA HAYA (Reuters) - Autoridades europeas están buscando testimonios entre los cientos de miles de refugiados que han huido de la violencia de Oriente Próximo mientras intentan preparar casos de crímenes de guerra ligados a los conflictos en Siria e Irak.
Como testigos de atrocidades, tienen un valor incalculable para los fiscales que preparan juicios en tribunales europeos, que sortean el bloqueo en Naciones Unidas que ha evitado la instauración de un tribunal internacional para Siria.
La búsqueda de pruebas ha tomado varias formas. Servicios de inmigración de Holanda y Alemania han entregado folletos a la llegada de los inmigrantes en los que se les invitaba a testificar. En Noruega, la policía buscaba en los teléfonos móviles de los recién llegados pruebas de una posible implicación en crímenes de guerra.
"Durante los próximos cinco años verás muchos procesos de acusación", dijo Matevz Pezdirc de la Red de Genocidio de la Unión Europea, un foro que reúne a policía y fiscales dos veces al año en La Haya para intercambiar información sobre crímenes de guerra.
Algunos presuntos criminales podrían ser ciudadanos europeos que se ha unido a Estado Islámico; otros podrían ser milicianos que han viajado a Europa desde Siria o Irak camuflados entre los más de un millón de inmigrantes y refugiados que entraron en el continente el año pasado.
"Puede que tengas muchas víctimas o testigos en un sólo lugar, pero no puedes avanzar con una acusación hasta que tienes a los criminales en tu jurisdicción", dijo Pezdirc.
La mayoría de los países europeos tienen legislación que les permite perseguir crímenes internacionales como el genocidio sin importar el lugar del mundo en el que ocurra. Unos 15 tienen unidades dedicadas a investigarlos y perseguirlos.
En la pasada década, las autoridades en Europa han abierto 1.607 casos de crímenes de guerra en jurisdicciones domésticas, según la agencia de cooperación judicial Eurojust.
TESTIGOS TRAUMATIZADOS
La policía alemana ha reunido el testimonio de cientos de testigos potenciales del conflicto sirio y fiscales de casos de crímenes de guerra en Karlsruhe han interrogado a unas pocas decenas en profundidad.
Pero la recolección de pruebas es un proceso meticuloso. Testigos traumatizados, recién llegados de terribles viajes a pie o por mar, necesitan tiempo antes de estar preparados para testificar y sólo pueden afrontar a menudo cortos periodos de interrogatorio cada día.
"Los refugiados habitualmente necesitan tiempo para descansar y tranquilizarse antes de decidir cooperar con las fuerzas de seguridad", dijo Pezdirc.
Los investigadores han entrevistado a refugiados yadizíes kurdos en Alemania en la búsqueda de pruebas de un presunto genocidio contra la minoría étnica y religiosa. Un ciudadano alemán que se pensaba que estaba en Siria es objeto de una orden de arresto por cargos separados de crímenes de guerra.
También preparan casos contra otros dos sospechosos, uno acusado de tortura y otro de secuestro de un asesor legal de Estados Unidos cerca de Damasco.
En Francia, los fiscales de casos de genocidio y crímenes de guerra tienen unas cuantas investigaciones abiertas con nacionales sirios, incluida una con un excoronel sirio que fue médico en un hospital militar y ha buscado asilo.
Más de 4.000 ciudadanos europeos habrían acudido a combatir a Siria, de los cuales un tercio habría regresado, dijo un think tank holandés este año.
Con testigos y criminales en el territorio, los fiscales europeos han presentado ya algunos casos. Un ciudadano alemán está siendo juzgado por crímenes de guerra después de que publicaciones en Facebook (NASDAQ:FB) le mostraran posando con cabezas decapitadas.
El año pasado, los tribunales suecos condenaron a un sirio por un video en el que se le mostraba torturando a un compañero combatiente. Los crímenes que están siendo investigados en el continente incluyen tortura, asesinato, violación, crímenes contra la humanidad y genocidio.
CONSEJO DE SEGURIDAD DIVIDIDO
Con más de 400.000 personas muertas en Siria desde 2011, se ha pedido que los criminales involucrados en masacres sean juzgados en un tribunal de la ONU, como lo fueron aquellos que participaron en las guerras de Yugoslavia en los años noventa.
Pero la división de posturas entre los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU con derecho a veto - entre los que está Rusia, aliado de Siria - ha obstaculizado los intentos de enviar los casos al Tribunal Penal Internacional en La Haya o de crear un tribunal especial.
Por lo tanto, los activistas de derechos humanos están poniendo sus esperanzas en las investigaciones domésticas, mientras Siria e Irak han comenzado a dominar la agenda de la Red de Genocidio, que opera desde 2004.
"Si va a haber justicia en Siria, será en tribunales de terceros estados", dijo Stephen Rapp, un diplomático estadounidense que lideró la investigación contra el expresidente liberiano Charles Taylor, en una reunión de responsables de las fuerzas de la ley en La Haya esta semana.
El éxito en los juicios podría influir ampliamente en el curso de la guerra y en la crisis migratoria, dijo.
"Si hacemos más por mostrar que hay justicia, que hay esperanza, si podemos mostrar que esta manera de combatir el conflicto tendrá consecuencias, podemos reducir el flujo de inmigrantes", añadió.