Por Huw Jones, Rachel Armstrong y Jesús Aguado
LONDRES/MADRID (Reuters) - Un vacío en las normas financieras de la UE está permitiendo a los países miembros competir para albergar las operaciones de 'trading' de los bancos de inversión con sede en Londres después del Brexit, al ofrecer normas reguladoras más flexibles.
El Banco Central Europeo es el supervisor bancario de la zona euro, pero, según la legislación de la UE, no tiene responsabilidad directa sobre las divisiones de los bancos en las que intermediarios y operadores llevan a cabo la mayor parte de sus operaciones bursátiles, a pesar de que son algunos de sus negocios más complejos y arriesgados.
Esto se debe en gran medida a que cuando el BCE asumió la responsabilidad de la supervisión de la zona euro en 2014, la mayor parte de los corredores de bolsa estaban en Londres y, por lo tanto, no estaban bajo su jurisdicción.
Esto significa que los bancos que ahora tratan de reubicar estas divisiones para seguir operando con valores continentales cuando Reino Unido abandone la UE verán cómo sus negocios son aprobados y supervisados por el regulador nacional del país al que se trasladen.
Los países que esperan atraer a los bancos a sus centros financieros tras el Brexit están ofreciendo normas reguladoras diferentes, por lo que en el BCE temen que puedan estar sujetos a una supervisión mínima y se debilite el objetivo de tener una regulación financiera coherente en todo el bloque.
Esto podría suponer que operadores que negocian en los mismos mercados en Europa puedan estar sujetos a diferentes requisitos reglamentarios y se plantee la posibilidad de que algunos asuman más riesgos que los que otros reguladores considerarían apropiados.
"Independientemente del tamaño del balance, actualmente son los reguladores nacionales quienes tendrán la autoridad para aprobar y regular a los corredores de bolsa. Preocupa que eso haga surgir incoherencias", dijo Vishal Vedi, socio de Deloitte que está asesorando a los bancos sobre cómo reorganizarse por el Brexit.
En toda la eurozona, ciudades como Fráncfort, Dublín, Luxemburgo y Madrid están compitiendo para atraer a los bancos, con la esperanza de beneficiarse de los ingresos fiscales y los empleos que traerían consigo.
La regulación es una forma de diferenciarse.
Una de las áreas de interés es hasta qué punto los reguladores nacionales permitirán a los operadores bursátiles realizar transacciones "back-to-back". Éstas consisten en que un banco llevaría a cabo operaciones -por ejemplo, la compra de valores europeos- fuera de su base de la UE, pero realizan el proceso y la gestión de riesgo en su oficina de Londres.
Esto reduciría al mínimo el número de personas que un banco tendría que trasladar a Europa después del Brexit, ya que gran parte del 'trading' y el riesgo podrían continuar supervisándose en Londres.
Pero eso significaría que los reguladores en ese país y la zona euro en general no tendrían control de supervisión sobre las personas y unidades que están llevando a cabo el 'trading' y la gestión de los riesgos, con cantidades mínimas de capital mantenidas localmente en la unidad de la UE.
ESPAÑA, ALEMANIA
El regulador bursátil español, la CNMV, dijo que quiere que Madrid sea "la opción más atractiva para las firmas de inversión que consideren trasladarse de Reino Unido a otro país de la Unión Europea".
Según personas que asesoran a bancos de inversión sobre adónde trasladarse, la CNMV ha dicho que consideraría permitir el 100 por 100 de las operaciones "back-to-back". Otros reguladores han dicho que permitirían algunas de estas operaciones, aunque requerirían que una parte de los mismas se gestione localmente, dijeron.
"Si existe una posibilidad, podríamos mirarlo, pero veremos como se desarrollan los acontecimientos y cuál será el marco regulatorio dentro de dos años", dijo una portavoz de la CNMV preguntada por estas cuestiones.
La CNMV dijo en diciembre que aunque quería ser el lugar más acogedor para las empresas financieras británicas en Europa, no aceptaría filiales completamente "huecas", ni vulneraciones de las regulaciones bursátiles de la UE.
Mientras, el regulador alemán, Bafin, dijo que consideraría un uso temporal y limitado de las operaciones "back-to-back", según un responsable del organismo, pero ha indicado que espera que los bancos finalmente establezcan operaciones considerables en el país.
La estrategia de algunos reguladores hacia el Brexit ha creado resentimiento en algunos países de la UE. El mes pasado Irlanda se quejó ante la Comisión Europea de que otras ciudades rivales estaban menoscabando sus atractivos para atraer a firmas financieras que buscan sede en la UE tras el Brexit.
La Autoridad Europea de los Mercados de Valores (ESMA) está estudiando modos de limitar la competencia desleal entre los reguladores bursátiles del bloque.
La ESMA declinó hacer comentarios para este artículo.
De momento, los bancos no están mostrando indicios de trasladarse en masa a Madrid, citando otros factores como el relativo bajo rating de deuda soberana de España como uno de los motivos para no instalarse allí.
Los países también discrepan sobre cómo se valorarían los modelos de riesgo de los bancos para sus corredores. Algunos dicen que se aprobarían inmediatamente si usaran el mismo modelo que usan en Reino Unido.
"Los reguladores difieren en su estrategia respecto a los modelos de riesgo --en concreto alrededor del nivel de confianza que están dispuestos a dar a modelos que ya están aprobados en la entidad británica" dijo Vedi de Deloitte.
LOS BANCOS RECELAN
La mayoría de los bancos - al menos en público - aún no ha tomado una decisión final sobre sus mesas de operaciones de trading tras el Brexit, y los ejecutivos dicen que son escépticos sobre si podrán usar atajos como el "back-to-back" a largo plazo.
"Sospechamos que tras el Brexit, habrá una presión constante por parte de la UE para no 'externalizar' servicios a Reino Unido sino a continuar trasladando personas y capacidad a filiales de la UE", dijo el consejero delgado de JP Morgan (NYSE:JPM), Jamie Dimon, en su carta anual a los accionistas el martes.
El BCE ha advertido a los bancos de que si tratan de tomar atajos pidiendo acuerdos "back-to-back", saldrán decepcionados. Pero actualmente no tiene la autoridad legal de supervisar las mesas de trading, aunque fuentes señalan que está tratando de presionar a los países que cree están ofreciendo estándares más flexibles.
El BCE declinó comentar de forma amplia sobre los planes sobre las operaciones "back-to-back" de España y se remitió a comentarios anteriores de sus responsables.