LONDRES (Reuters) - Reino Unido bajó su nivel de amenaza a la seguridad el sábado después de una intensa actividad de la policía tras el ataque suicida con bomba en Manchester, dijo la primera ministra Theresa May.
Este mismo sábado la policía británica dijo que había arrestado a dos hombres como parte de sus esfuerzos para capturar a los miembros de una red que podría estar implicada en el ataque suicida que mató a 22 personas en Manchester a principios de esta semana.
May dijo que el cambio supone que el organismo independiente que establece el nivel de alerta había decidido que se reduciría desde el nivel de "crítico" - el más elevado al considerarse que otro ataque puede ser inminente - a "severo", donde se cree que un ataque es altamente probable.
Como resultado, los soldados que han estado ayudando a la policía se retirarían de las calles del país a partir de la medianoche del lunes.
"Una cantidad significativa de actividad policial ha tenido lugar durante las últimas 24 horas y ahora hay 11 sospechosos bajo custodia", dijo May.
"El público debe ser claro sobre lo que esto significa, un nivel de amenaza severo significa que un ataque es muy probable. El país debe permanecer vigilante".
La evaluación de la amenaza ahora ha sido devuelta al nivel en el que estaba antes del ataque de Manchester.
Agentes de policía usaron una explosión controlada para acceder a un domicilio en el norte de la ciudad donde se realizaron las últimas detenciones el sábado.
Algunas horas después, la policía acordonó una gran zona en el área de Moss Side del sur de Manchester y las viviendas fueron evacuadas mientras llegaba un equipo de desactivación de bombas.
Un hombre que trabajaba en una tienda local, que pidió no ser nombrado, dijo a Reuters que vio a tres hombres que fueron sacados del domicilio.
"Como parte de un registro en curso en una vivienda en Moss Side se está llevando una evacuación en la zona", dijo la policía en un comunicado.
El viernes, el oficial de mayor rango en la lucha contra el terrorismo de Reino Unido dijo que la policía confiaba haber logrado "inmensos progresos" y haber capturado a "una gran parte de la red".
Pese a ello, agentes armados adicionales estarán de guardia en unos 1.300 eventos que se celebrarán en todo el país durante un fin de semana prolongado por el festivo del lunes.
El periódico The Times indicó el sábado que los servicios de inteligencia habían identificado a 23.000 extremistas yihadistas que vivían en Reino Unido.
A principios de esta semana, una fuente con conocimiento del asunto dijo a Reuters que los servicios de seguridad gestionaban 500 operaciones activas que involucraban a unas 3.000 personas que podrían representar una amenaza.
Sin embargo, el Mark Rowley, el jefe de la policía del Reino Unido en la lucha contra el terrorismo, aconsejó a la gente que estuviera vigilante, pero que "salga como planeó y disfrute".
Hay una serie de eventos de perfil alto durante el fin de semana, entre ellos finales de competiciones de fútbol en Londres y Glasgow, y una carrera en Manchester.
Aunque policías y políticos han elogiado a las comunidades en Manchester por su reacción al bombardeo, el jefe de policía de Greater Manchester dijo que había habido un aumento en los crímenes de odio registrados, de un promedio de 28 a 56 incidentes el miércoles.
"No podemos vincularlos directamente a los acontecimientos del lunes por la noche y seguimos vigilando la situación", dijo.
La campaña política para las elecciones nacionales del 8 de junio que fue suspendida después del ataque de Manchester se reanudó el viernes con el bombardeo como tema central.
El Partido Laborista de la oposición, animado por una mejoría en las encuestas de opinión, argumentó que la política exterior de Reino Unido había aumentado el riesgo de ataques y criticó a la primera ministra conservadora Theresa May por recortar el gasto en policía.
Por su parte, May acusó al líder laborista Jeremy Corbyn de decir que Reino Unido era culpable del bombardeo.
Una encuesta publicada el jueves colocaba a los conservadores de May cinco puntos por delante de los laboristas, lo que sugiere una carrera más apretada de lo previsto anteriormente.