Por Alistair Smout y Michael Holden
LONDRES, 24 mar (Reuters) - Reino Unido despertó el martes en una situación de aislamiento después de que el primer ministro Boris Johnson pidiese el martes a la población que se quedase en casa, el cierre de tiendas y la cancelación de toda reunión social para detener la propagación del coronavirus.
Estas restricciones sin precedentes en tiempos de paz, que durarán por lo menos tres semanas, fueron introducidas para evitar que el Servicio Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en inglés), administrado por el Estado, se vea superado por la propagación del virus, que ya ha causado la muerte de 335 británicos.
Sin embargo, diversas imágenes difundidas a través de las redes sociales mostraban vagones del metro de Londres repletos de viajeros, mientras que una gran cadena de tiendas sugería que quería permanecer abierta.
Ha habido quejas de que los consejos del Gobierno son confusos o que no van lo suficientemente lejos.
"Es absolutamente crucial para asegurarnos de que nuestro sistema de salud esté en la posición más fuerte posible para contener la propagación", dijo a la BBV TV el ministro para la Oficina del Gabinete, Michael Gove.
"Eso significa restringir el contacto social y seguir el consejo que ha dado el Gobierno. La gente debe quedarse en casa para protegerse a sí misma, para proteger al NHS y para salvar vidas".
Las restricciones al movimiento, bajo las cuales la gente sólo debe salir de sus casas por razones muy concretas como ir al supermercado o una vez al día para hacer ejercicio, fueron anunciadas a última hora del lunes por Johnson en un discurso a la nación.
Hasta ahora se había resistido a introducir los confinamientos decretados en otros países europeos, pero un consejo emitido anteriormente para que los británicos evitaran las reuniones estaba siendo ignorado por la mayoría de la población, que seguía acudiendo en masa a parques y otros lugares públicos.
Todas los comercios, excepto aquellos dedicados a actividades esenciales, deben echar el cierre de inmediato, mientras que los ciudadanos ya no deben reunirse con familiares o amigos. La policía disolverá las reuniones de más de dos personas y eventos sociales como las bodas deberán ser cancelados, a excepción de los funerales.
Gove dijo que se podrían introducir medidas más fuertes como la imposición de multas de 30 libras (35 dólares) a quienes burlen las nuevas restricciones.
($1 = 0,8582 libras)
(Información adicional de Sarah Young, Paul Sandle y James Davey; escrito por Michael Holden y Giles Elgood; traducido por Jose Elías Rodríguez)