LONDRES, 18 jul (Reuters) - Reino Unido se preparaba el lunes para el día más caluroso de su historia, con temperaturas que se prevé que alcancen la inédita cifra de 40 grados, lo que obligó a las empresas ferroviarias a cancelar servicios y a las autoridades sanitarias a poner más ambulancias en espera.
Gran parte de Europa se encuentra inmersa en una ola de calor que ha hecho que las temperaturas alcancen los 40 grados centígrados en algunas regiones, avivando arrasadores incendios forestales en los campos de Portugal, España y Francia.
El Gobierno británico activó una alerta de "emergencia nacional" ante la previsión de que las temperaturas superen el lunes y el martes el récord de 38,7 ºC registrado en el Jardín Botánico de la Universidad de Cambridge en 2019.
"Nos esperan 48 horas difíciles", dijo a la BBC el ministro encargado de la coordinación del Gobierno, Kit Malthouse.
La red de metro de Londres impuso restricciones temporales de velocidad para el lunes y el martes, lo que significa que funcionará con un servicio reducido y viajes más largos de lo normal. Se instó a los viajeros a viajar sólo si es esencial.
La red británica de ferrocarriles también instó a los pasajeros a permanecer en casa, diciendo que algunos servicios —incluyendo una ruta clave entre el noreste de Inglaterra y Londres— no funcionará durante partes del martes.
Jake Kelly, de Network Rail, empresa gestora de la mayor parte de la red ferroviaria de Reino Unido, dijo que espera que las operaciones normales se reanuden el miércoles, cuando se prevé que las temperaturas bajen, pero que eso dependerá de "los daños que el clima cause a la infraestructura durante los próximos dos días".
Algunas escuelas cerrarán antes de lo habitual el lunes.
La Agencia de Seguridad Sanitaria de Reino Unido (UKHSA, por sus siglas en inglés) elevó la alerta sanitaria por calor al nivel 4 para Inglaterra para el lunes y el martes.
La Oficina Meteorológica británica define la alerta de nivel 4 como una emergencia nacional, y se utiliza cuando una ola de calor "es tan severa y/o prolongada que sus efectos se extienden fuera del sistema de salud y asistencia social. En este nivel, pueden producirse enfermedades y muertes entre las personas sanas y en buen estado físico, y no sólo en los grupos de alto riesgo".
La Oficina Meteorológica dijo que se requerirían cambios "sustanciales" en las prácticas de trabajo y en las rutinas diarias y que hay un alto riesgo de fallo de los sistemas y equipos sensibles al calor, lo que podría llevar a la pérdida localizada de los servicios de electricidad, agua o telefonía móvil.
Malthouse dijo que el Gobierno está preparado para el clima extremo y que tratará de aprender de él.
"Tenemos que adaptar la forma en que construimos los edificios, la forma en que operamos y revisar algunas de nuestras infraestructuras a la luz de lo que parece ser una frecuencia cada vez mayor de este tipo de eventos", dijo Malthouse a la radio de la BBC.
(Reporte de Kate Holton; edición de William Schomberg; traducción de Darío Fernández)