Por Kate Kelland y Josephine Mason
LONDRES, 13 ene (Reuters) - El papel y el mandato de la Organización Mundial de la Salud (OMS) deben examinarse a raíz de la pandemia de COVID-19, y es probable que se necesiten reformas para liberarla de influencias políticas y darle más independencia, dijeron el miércoles expertos en salud pública.
En la conferencia Reuters Next (LON:NXT), el epidemiólogo británico Neil Ferguson, el epidemiólogo sueco Anders Tegnell y Chikwe Ihekweazu, director del Centro de Control de Enfermedades de Nigeria, dijeron que la agencia de salud de las Naciones Unidas había enfrentado dificultades a la hora de liderar una respuesta global a la pandemia.
"Necesitamos reflexionar sobre cómo se puede mejorar la arquitectura global", dijo Ferguson, incluida la necesidad de repensar "la gobernanza de organizaciones como la OMS".
"Uno de los desafíos es que sea verdaderamente independiente", dijo. "Por lo general, está influenciada por los Estados grandes. Históricamente han sido países occidentales como Estados Unidos, y ahora también es China, y eso a veces puede resultar un desafío en situaciones como el año pasado".
Muchos Gobiernos de todo el mundo, incluidos los de Estados Unidos, Australia y la Unión Europea, han pedido que la OMS sea reformada o reestructurada en un contexto de críticas a su respuesta al brote de COVID-19.
La OMS sufrió un duro revés con la decisión adoptada el año pasado por Estados Unidos de interrumpir la financiación a la organización y ha sido acusada de estar demasiado cerca de China en la primera fase de la pandemia, cuando, según las voces críticas, Pekín tardó en compartir información crucial sobre el nuevo coronavirus, que apareció por primera vez en la ciudad de Wuhan.La OMS ha desestimado repetidamente esas acusaciones, y China insiste en que ha sido abierta y transparente.
En la misma mesa redonda de Reuters Next, el sueco Tegnell dijo que, en su opinión, "esta crisis, comparada con muchas de las crisis de la última década, se ha politizado mucho más".
"Eso ha hecho que el papel de la OMS sea mucho más difícil", dijo.
El nigeriano Ihekweazu dijo que esperaba que en el año venidero el mundo colaborara más estrechamente para hacer frente a la pandemia, en particular para mejorar el acceso equitativo a las vacunas destinadas a prevenir la enfermedad.
"EL AÑO DE LAS VACUNAS"
Mientras las vacunas contra la enfermedad COVID-19 están empezando a ser administradas en algunos de los países más ricos de Europa y América, es posible que las naciones más pobres tengan que esperar algunos meses antes de tener acceso a los suministros.
"No hay duda de que este año será el año de las vacunas", dijo Ihekweazu, quien agregó que acababa de ver un mapa actualizado de los países en los que ya se han administrado vacunas.
"Mirándolo desde una perspectiva global, es desgarrador", dijo. "Pero es pronto, es enero, así que tendremos que ver cómo transcurre el año".
Los tres expertos dijeron que esperaban que las poblaciones de sus países y otras se enfrentaran a restricciones aplicadas para frenar la propagación de la pandemia durante al menos la primera mitad de 2021, y tal vez más tiempo si el despliegue de las vacunas lleva más tiempo.
Sin embargo, dijeron que esperaban que para finales de año la vida empezara a parecerse un poco más a una normalidad prepandémica.
"Tenemos que recordar que en el mundo que nos rodea, lo más probable es que este virus siga transmitiéndose", dijo Tegnell. "Así que tenemos que mantener un alto nivel de preparación. No va a ser una vida fácil."
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(Informe de Kate Kelland y Josephine Mason; Edición de Alex Richardson; traducido por Tomás Cobos)