Por Parisa Hafezi
DUBÁI, 27 ene (Reuters) - Los iraníes no deben permitir que la estrategia de "presión máxima" del presidente estadounidense Donald Trump dañe la unidad nacional antes de las elecciones parlamentarias, dijo el presidente Hassan Rouhani en un discurso, arremetiendo contra los partidarios de la línea dura por la descalificación de un gran número de candidatos.
Los gobernantes religiosos de Irán se enfrentan al reto de mantener a flote la economía bajo las sanciones estadounidenses, restablecidas después de que Washington se retirara en 2018 del acuerdo nuclear de Teherán con las potencias mundiales. Las exportaciones de petróleo, que son vitales para el país, se han reducido drásticamente.
"No debemos dejar que Trump tenga éxito en la creación de brechas entre las instituciones y el pueblo... Debemos permanecer unidos... No hay que dar la espalda en las elecciones (del 21 de febrero). Que haya una participación alta", dijo Rouhani en un discurso transmitido en vivo en su sitio web oficial.
"No debemos dejar que Trump y esos terroristas de la Casa Blanca aíslen a Irán".
El Consejo de Guardianes de Irán, un organismo controlado por el ala dura que examina todos los candidatos a las elecciones, ha descalificado a unos 9.000 de los 14.000 que se inscribieron para presentarse a los comicios. Los moderados dicen que en la mayoría de las ciudades no tienen candidatos para participar en la contienda.
"Esta elección parlamentaria es una elección muy importante... He escrito cartas a las autoridades pertinentes para resolver la cuestión de las descalificaciones", dijo Rouhani.
"Ustedes (los de línea dura) afirman que ganarán las elecciones. Me parece bien, pero permitan que las elecciones sean competitivas".
Desde la revolución islámica de Irán en 1979, sus gobernantes han superado todos los desafíos para afianzarse en el poder. Pero desde el año pasado, cuando cientos de personas murieron en las protestas contra el Gobierno, se ha agrandado la brecha entre los dirigentes y el pueblo. Irán todavía no ha anunciado el número de muertos y rechaza las cifras publicadas por las organizaciones de derechos humanos.
(escrito por Parisa Hafezi; editado por Catherine Evans; traducido por Tomás Cobos)