Por Pavel Polityuk y Max Hunder
KIEV, 2 jun (Reuters) - Las fuerzas rusas intentaban consolidar su dominio sobre la ciudad industrial ucraniana de Severodonetsk el jueves, acercándose a reclamar una importante conquista en su ofensiva en la región del Dombás, en el este de Ucrania.
Pero en un impulso para Ucrania, trabada en una dura lucha contra el ejército invasor ruso, Estados Unidos anunció un paquete de armas de 700 millones de dólares para Kiev que incluirá sistemas avanzados de cohetes con un alcance de hasta 80 kilómetros.
Rusia acusó a Estados Unidos de echar "leña al fuego". El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, dijo que el suministro de los lanzacohetes aumenta el riesgo de que un "tercer país" se vea arrastrado al conflicto.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, dijo que Ucrania ha prometido que no utilizará los sistemas para atacar objetivos dentro de Rusia. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, espera que la ampliación del alcance de la artillería ucraniana ayude a empujar a Rusia a negociar el fin de la guerra, que ya ha cumplido cuatro meses.
Tras varios días de intensos combates en torno a Severodonetsk, gran parte de la cual ha sido arrasada por los bombardeos rusos, las tropas de Moscú avanzaban por las calles de la ciudad. Ucrania afirma que cerca del 70% de la ciudad está bajo control ruso.
"El enemigo ha entrado en el centro de Severodonetsk y está tratando de tomar posiciones", dijo el portavoz militar ucraniano Oleksandr Motuzyanyk en una rueda de prensa.
Si Rusia captura la ciudad y su gemela más pequeña, Lisichansk, en la orilla occidental del río Donets, tendría todo Luhansk, una de las dos provincias del Dombás que Moscú reclama en nombre de los separatistas.
La captura de toda Luhansk cumpliría uno de los principales objetivos del presidente ruso, Vladimir Putin, y consolidaría un cambio en el rumbo del campo de batalla después de que sus fuerzas fueran expulsadas de la capital del país, Kiev, y del norte de Ucrania.
REFUGIOS ANTIBOMBAS
En la ciudad bombardeada de Rubizhne, a poca distancia al noroeste de Severodonetsk, los residentes llenaban jarras de agua en un puesto de socorro.
Los vehículos militares destruidos se acumulaban en las calles bordeadas de edificios muy dañados. Los niños estaban sentados en silencio en un refugio antibombas. En el exterior, el humo negro se elevaba sobre una iglesia ortodoxa de cúpula roja.
El gobernador regional de Luhansk, Serhi Gaidai, dijo a Reuters que los civiles se refugian de los ataques rusos bajo una planta química de Severodonetsk que, según dijo, fue alcanzada por un ataque aéreo el martes, liberando una gran nube rosa.
"Hay civiles allí en refugios antibombas, quedan bastantes de ellos, la mayoría de los cuales no querían salir", dijo Gaidai. Reuters no pudo confirmar de forma independiente la versión.
Unas 15.000 personas permanecen en la ciudad, dijo Gaidai.
El gobernador ha advertido que las tropas ucranianas en Severodonetsk podrían verse obligadas a retirarse a Lisichansk, que, según él, es más fácil de defender desde su posición ventajosa en una colina.
Putin envió sus tropas a la frontera en lo que él llama una "operación militar especial" el 24 de febrero para desarmar y "desnazificar" a Ucrania. Ucrania y sus aliados lo califican de pretexto infundado para una guerra de agresión y Occidente ha impuesto estrictas sanciones a Rusia en un intento de estrangular su economía.
Miles de personas han muerto en Ucrania y millones se han visto más desplazados desde que comenzó la invasión.
En medio de la preocupación por las ramificaciones globales de la guerra, el sindicato de comerciantes de grano de Ucrania dijo que la cosecha de trigo de este año probablemente se reduzca a 19,2 millones de toneladas desde el récord de 33 millones en 2021.
El presidente estadounidense tiene previsto reunirse el jueves en Washington con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
Stoltenberg dijo a los periodistas que convocará una reunión en Bruselas en los próximos días con representantes de Suecia, Finlandia y Turquía para discutir la oposición de Ankara a la entrada de Suecia y Finlandia en la OTAN.
PAQUETE DE ARMAS
Además de los sistemas avanzados de cohetes, denominados HIMARS, el nuevo paquete de Estados Unidos incluye municiones, radares de contrabatería, radares de vigilancia aérea, misiles antitanque Javelin adicionales y armas antiblindaje, dijeron los responsables.
"Estados Unidos estará al lado de nuestros socios ucranianos y seguirá proporcionando a Ucrania armas y equipos para defenderse", dijo Joe Biden en un comunicado.
La decisión de dar a Ucrania los sistemas de cohetes se tomó después de que Washington recibiera garantías de Kiev de que no los utilizaría para atacar objetivos dentro del territorio ruso, lo que podría ampliar la guerra.
Ucrania ha estado buscando Sistemas de Lanzamiento de Cohetes Múltiples como los HIMARS M270 y M142 para proporcionar más potencia de fuego a mayor alcance para atacar las concentraciones de tropas rusas y los depósitos de armas en la retaguardia de las fuerzas rusas.
El Pentágono dijo que Washington proporcionaría inicialmente a Ucrania cuatro sistemas HIMARS.
Los nuevos suministros se suman a equipos valorados en miles de millones de dólares, como drones y misiles antiaéreos. El Gobierno de EEUU planea vender a Ucrania cuatro drones MQ-1C Gray Eagle que pueden ser armados con misiles Hellfire para su uso en el campo de batalla contra Rusia, dijeron tres fuentes a Reuters.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo que los suministros no animarán a los dirigentes de Ucrania a reanudar las estancadas conversaciones de paz.
(Información de las redacciones de Reuters; escrito por Rami Ayyub y Robert Birsel; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)