Por Christian Lowe
MOSCÚ (Reuters) - El mundo político y los medios de comunicación de Rusia presentaron el martes el encuentro entre el líder ruso y el estadounidense en Helsinki como una victoria de Vladimir Putin, al desbaratar los intentos occidentales de marginar a Rusia.
"Fracasaron los intentos de Occidente de aislar a Rusia", decía el titular de una información sobre la cumbre del lunes en el periódico estatal Rossiisskaya Gazeta.
Los elogios de la élite rusa por el comportamiento de Putin en la cumbre contrastaron drásticamente con la reacción en Washington, donde el propio Partido Republicano del presidente estadounidense, Donald Trump, lo acusó de no hacer frente a Putin.
En Moscú, se reconoció que la cumbre no produjo ningún avance en cuestiones como Siria, Ucrania o el control de armamentos. El Kremlin, en los días previos a la cumbre, había rebajado las expectativas de resultados importantes.
Por el contrario, la atención se centró en el simbolismo del líder de la mayor superpotencia del mundo sentado mano a mano con Putin después de cuatro años de aislamiento internacional desencadenado por la anexión de la región ucraniana de Crimea en 2014.
"Es gracioso recordar las tonterías de Obama y otros sobre que Rusia es una débil 'potencia regional'", dijo Alexey Pushkov, miembro de la Cámara Alta del Parlamento ruso, refiriéndose al expresidente estadounidense Barack Obama.
"La atención de todo el mundo está centrada hoy en Helsinki y está clarísima para todos: el destino del mundo lo están decidiendo entre Rusia y Estados Unidos, los líderes de las dos principales potencias de nuestro planeta se están reuniendo", dijo Pushkov en Twitter el lunes.
MISIÓN CUMPLIDA
Preguntado por los periodistas en Helsinki sobre cómo habían ido las conversaciones, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, dijo: "Magníficas ... Mejor que súper".
La oportunidad de que Putin se presentara como un igual junto al presidente de Estados Unidos era un objetivo importante para el Kremlin durante los preparativos de la cumbre, según personas cercanas al mundo de la política exterior rusa.
Putin ha basado gran parte de su atractivo nacional, tanto para el pueblo como para las élites, en una narrativa sobre el restablecimiento del peso internacional que Rusia perdió cuando la Unión Soviética se hundió en 1991.
El rublo ruso se apreció un 0,4 por ciento frente al dólar en las operaciones del lunes. Analistas de mercado dijeron que la celebración de la cumbre era positiva para los activos rusos, compensando el efecto negativo de una caída en los precios del petróleo.
Responsables del Kremlin, hablando en privado antes de la cumbre, reconocieron que había sido difícil encontrar la mejor manera de lidiar con un líder estadounidense voluble y que se burla de la etiqueta política.
(Información adicional de Denis Pinchuk en HELSINKI, Editado por William Maclean; Traducido por Blanca Rodríguez)