Por Suleiman Al-Khalidi
AMÁN (Reuters) - Aviones rusos y sirios realizaron ataques en las provincias rebeldes de Idlib y Hama, varios días después de que los yihadistas iniciaran una ofensiva contra zonas del noroeste de Siria, dijeron el domingo rebeldes y testigos.
Esta campaña de bombardeos en zonas civiles muy pobladas ha roto seis meses de relativa calma. Los ceses de las hostilidades auspiciados por Rusia habían dado un respiro temporal a decenas de miles de personas que vivían en el noroeste de Siria.
Pero ahora, miles de civiles que habían decidido regresar a sus hogares se han visto obligados a volver a la relativa seguridad de los campamentos de refugiados a lo largo de la frontera turca, que están protegidos por un acuerdo ruso-turco, dijeron residentes.
"La gente está muy asustada de que las cosas hayan vuelto a ser lo que eran y han regresado a los campamentos. Ya no hay esperanza", dijo Ahmad Thaib, residente de Jabal al Zawya.
Los ataques se emprendieron en represalia por un asalto del martes pasado contra la provincia de Hama, liderado por Tahrir al-Sham, el yihadista Partido Islámico de Turkestán y los rebeldes que luchan bajo el estandarte del Ejército Libre Sirio.
La campaña de bombardeos también se produce poco después de un acuerdo tripartito firmado entre Moscú, Ankara y Teherán para desplegar una fuerza de observación en Idlib, una provincia en la que el grupo escindido de Al Qaeda en Siria cimentó su control después de aplastar a sus oponentes.
Los rebeldes apoyados por Occidente dijeron que los ataques rusos apuntaron a grupos del Ejército Libre Sirio que habían firmado los acuerdos de alto el fuego que Rusia había promovido, poniendo en duda si Moscú tenía intención real de respaldar el alto el fuego.
Trabajadores de la defensa civil y residentes dijeron que decenas de ataques golpearon las ciudades de Khan Sheikhoun, Jisr al-Shaqour, Saraqeb y decenas de aldeas. Al menos cinco hospitales y varios centros de defensa civil han sido anulados desde el comienzo de la contraofensiva.
Fuentes rebeldes dijeron que más de cincuenta combatientes murieron el sábado después de que aviones que se cree eran rusos se dirigieran a un campo de entrenamiento dirigido por Failaq al Sham, un grupo rebelde del Ejército Libre Sirio, que está también enfrentado a los grupos yihadistas.
El Ministerio de Defensa de Rusia dice que está atacando a militantes islámicos radicales. Rechaza las acusaciones de que ha atacado infraestructuras y centros médicos para forzar a los rebeldes a aceptar treguas locales que efectivamente restablezcan el control del presidente Bashar al Assad sobre el país.