Por Sabela Ojea y Sarah Marsh
MADRID/LA HABANA (Reuters) - El comercio centrará gran parte de la atención cuando Pedro Sánchez haga la primera visita bilateral a Cuba de un líder español en 32 años, en un momento en que la isla de gobierno comunista mira hacia Europa tras empeorar su relación con Estados Unidos.
El socialista Sánchez, que viaja con ejecutivos de dos docenas de empresas, se reunirá con representantes del incipiente sector privado de Cuba durante el viaje oficial de aproximadamente 24 horas e inaugurará un foro empresarial español-cubano.
España ya es el tercer mayor socio comercial de Cuba, con un comercio bilateral anual de aproximadamente 1.300 millones de dólares según datos de Cuba, y comparte fuertes lazos culturales e históricos con su antigua colonia.
"Cuba se está abriendo y nos interesa que nuestras empresas estén bien posicionadas para tener acceso a los contratos más importantes", dijo un responsable del Gobierno español.
Varios cientos de empresas españolas ya tienen presencia en Cuba, sobre todo en el sector del turismo, dominado por alianzas entre cadenas hoteleras españolas y compañías cubanas.
El principal objetivo del viaje es profundizar las relaciones "en un momento en el que la política exterior hacia Latinoamérica es una gran prioridad para el presidente".
Sánchez empezará su visita con un encuentro en La Habana con el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, quien sucedió a Raúl Castro en abril. También se reunirá con el director de una revista digital independiente, dijo el responsable español, pero no se prevé que hable con activistas de la oposición.
Muchos líderes mundiales ya han visitado Cuba, que en los últimos años ha intentado mejorar las relaciones con Occidente, modernizar su economía de planificación centralizada y atraer más inversión extranjera.
Entre ellos está el expresidente de Estados Unidos Barack Obama, que trató de normalizar las relaciones entre los antiguos enemigos de la Guerra Fría.
Su sucesor, Donald Trump, ha dado marcha atrás a esta política, endureciendo el embargo comercial estadounidense impuesto hace décadas, en un momento en que la economía cubana ya atravesaba problemas por la disminución de la ayuda de su aliada Venezuela y una reducción de las exportaciones.
Las relaciones entre la Unión Europea y Cuba han mejorado de manera constante desde que se relanzaron formalmente en 2016 tras permanecer congeladas dos décadas.
El retirado diplomático cubano Carlos Alzugaray dijo que la visita de Sánchez formaba parte de un acercamiento con Europa que demostraba que las relaciones exteriores de Cuba "no tienen por qué limitarse al conflicto entre Estados Unidos y Cuba ni a las alianzas con países como Rusia y China".
"Es oxígeno en un momento difícil", dijo.
Cuba está tratando de sumar más inversiones y líneas de crédito, aunque su crisis de efectivo es un factor disuasorio. Ya tiene atrasos en el pago a proveedores de España y otros lugares.
José María Aznar fue el último presidente del Gobierno español en visitar Cuba a título oficial, cuando asistió a una cumbre iberoamericana allí en 1999.
(Información adicional de Marc Frank; editado por John Stonestreet; Traducido por Blanca Rodríguez)