Por Sam Edwards y Belén Carreño
BARCELONA/MADRID (Reuters) - El presidente del Gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, y el de la Generalitat, Quim Torra, se reunieron el jueves en Barcelona para encauzar el conflicto independentista, y pactaron dialogar para encontrar "una propuesta política que cuente con un amplio apoyo en la sociedad catalana".
El conflicto entre Cataluña y el Gobierno central tuvo su momento álgido cuando el 1 de octubre de 2017, la Generalitat convocó un referéndum declarado ilegal por la Justicia española.
Sánchez, que llegó al poder el 1 de junio, ha tratado de encauzar el problema proponiendo una consulta sobre el Estatut de Cataluña para que los catalanes voten si quieren más autogobierno. Una propuesta que hasta ahora no ha convencido a Barcelona.
El comunicado conjunto de Generalitat y Moncloa habla ahora de apostar por un diálogo que "vehicule" una propuesta política y que debe contar con el respaldo de los catalanes sin aclarar la fórmula. Pero añade que "la respuesta democrática" debe hacerse en el marco "de la seguridad jurídica".
"La vía del diálogo requerirá del esfuerzo de todas las instituciones, de los actores políticos y de la ciudadanía. Ambos gobiernos se comprometen a trabajar para hacerlo posible”, concluye el comunicado.
Ha sido la portavoz de la Generalitat, Elsa Artadi, la primera en comparecer ante la prensa y leer el comunicado, aunque se había anunciado que lo haría la ministra de Política Territorial, Meritxel Batet.
También ha sido la Generalitat la que se ha encargado de difundir el comunicado conjunto, ambos gestos suponen una cortesía por parte del Ejecutivo de Madrid.
Artadi ha explicado que el diálogo se reanudará en enero.
Al término del encuentro, que ha durado poco más de una hora en el Palacio de Pedralbes, Torra y Sánchez se han dirigido a una entrega de premios ofrecida por la patronal catalana.
GESTOS DE PACIFICACIÓN
Torra y Sánchez se vieron pasadas las 1900, después de una jornada trufada de gestos por parte de los catalanes para distender el ambiente y preparar el terreno para el encuentro, organizado entre tanta tensión que no fueron capaces ni de pactar un orden del día.
Antes de la reunión, cuatro de los políticos independentistas en prisión preventiva por su papel en la organización de un referéndum independentista en octubre de 2017 anunciaron que abandonaban una huelga de hambre después de 20 días.
Los cuatro políticos independentistas, junto a otros cinco que siguen en la cárcel acusados de rebelión en la causa secesionista, instaron a mantener una "actitud cívica" en las manifestaciones que hay convocadas en Cataluña como protesta a la celebración del consejo de ministros en la capital catalana.
Además, los dos partidos independentistas con representación en el Congreso de los Diputados, ERC y PdeCAT, apoyaron la propuesta para cambiar la senda de déficit del Gobierno en minoría de Pedro Sánchez, que necesita de los votos de los secesionistas, entre otros, para obtener mayorías suficientes en la Cámara Baja.
Los objetivos de estabilidad presupuestaria para 2019 y 2020 fueron rechazados en verano pero en su segunda votación este jueves consiguieron un respaldo mayoritario del Congreso con 173 votos a favor y 167 en contra entre los diputados presentes.
En la primera votación PdeCAT y ERC no apoyaron la nueva senda de estabilidad presupuestaria al considerar que era inútil ya que el Senado, con mayoría absoluta del conservador Partido Popular, tiene la potestad de tumbarlos.
En esta ocasión, y aunque previsiblemente se repetirá la votación negativa por parte del Senado, los parlamentarios catalanes han apoyado la medida de Sánchez como guiño a que reanudarán las negociaciones para apoyar los Presupuestos Generales.
"A nosotros nos interesa que esto se apruebe, da igual que lo presente Pedro Sánchez o Mariano Rajoy, porque supone más ingresos para la comunidad", dijo Elsa Artadi, portavoz de la Generalitat, en rueda de prensa.
Sánchez presentará el proyecto de las cuentas públicas en enero, y tiene tres meses para lograr su aprobación. Sin cuentas, el presidente socialista, que apenas controla una cuarta parte del Congreso, ha reconocido que la legislatura se acortaría, lo que abriría la puerta a una elecciones anticipadas.
(Información adicional de Rodrigo de Miguel y Andrés González)