Por Ben Blanchard y Michael Martina
PEKÍN (Reuters) - El secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, llegó el sábado a Pekín con la intención de asegurar más compras chinas de bienes y productos energéticos estadounidenses, días después de que Washington intensificase la presión en su disputa con China y enfureciese a sus aliados con aranceles sobre los metales.
Ross no habló con periodistas en su hotel de Pekín el sábado por la tarde. Estaba previsto que más tarde asistiese a una cena con el viceprimer ministro chino Liu He, el negociador en la disputa comercial, en la estatal "Diaoyutai Guest House", dijo un funcionario estadounidense que añadió que volverán a reunirse el domingo.
La visita de Ross se produce después de que esta semana se lanzasen nuevas amenazas arancelarias contra China por parte de la administración Trump mientras que los aliados de los norteamericanos se han quejado después de verse afectados por los cargos sobre acero y aluminio.
Estados Unidos y China han amenazado con aplicar aranceles de hasta 150.000 millones de euros cada uno.
Tras una aparente tregua entre los dos gigantes económicos, la Casa Blanca advirtió esta misma semana que continuará aplicando tasas arancelarias sobre importaciones chinas por valor de 50.000 millones de dólares e impondrá restricciones de inversiones chinas en su país además de fijar controles de exportación más estrictas.
Ross, cuya visita a Pekín fue precedida por la de más de 50 funcionarios estadounidenses, estará en el país durante dos días tratando de asegurar compras de productos agrarios y energéticos de su país que ayuden a reducir su déficit comercial de 375.000 millones de dólares con el país asiático.
El presidente Donald Trump ha pedido a China que tome medidas para reducir este desfase en 200.000 millones anuales para 2020.
El equipo estadounidense también querría garantizar una mayor protección de la propiedad intelectual y poner fin a las ayudas estatales chinas que han contribuido a la sobreproducción de acero y aluminio.
Aunque muchos países comparten la frustración de Estados Unidos con el comercio de china y sus prácticas económicas, los críticos a la política de Trump han advertido de los riesgos de que Washington acabe alejándose de la Unión Europea, Canadá y México con las tasas del 25 por ciento a las importaciones de acero y del 10 por ciento a las de aluminio.
El viernes, los aliados más próximos a Estados Unidos atacaron a la administración Trump por los aranceles mientras que Japón, durante una reunión de líderes financieros del G7 en Canadá, calificó la decisión estadounidense de "profundamente deplorable"
(Información de Ben Blanchard y Michael Martina en Pekín; Información adicional de Matthew Miller y Stella Qiu en Pakín y de David Lawder in Whistler; Traducido por Carlos Ruano)