Por Robert-Jan Bartunek
BRUSELAS (Reuters) - Siete países de la UE instaron a que la Comisión Europea establezca unos límites más estrictos sobre las emisiones de carbono de los tubos de escape, en un último intento de influir en la propuesta europea del próximo mes.
Se espera que el brazo ejecutivo de la UE introduzca nuevos estándares de CO2 para los coches y furgonetas a partir de 2020 para así ayudar a que el bloque cumpla su objetivo de haber reducido para 2030 las emisiones de gases de efecto invernadero al menos un 40 por ciento por debajo de los niveles de 1990.
Mientras la Comisión da los últimos toques a las propuestas, aquellos que quieren unos objetivos climáticos más ambiciosos se enfrentan a los representantes de la industria del automóvil que dicen que unos estándares de emisiones demasiado rigurosos podrían lastrar el sector.
Reuters informó de forma exclusiva sobre los planes de la Comisión de fijar un objetivo para reducir las emisiones de las flotas de vehículos de turismos entre un 25 y 35 por ciento para 2030.
Los siete gobiernos - cuya pequeña participación en la poderosa industria automovilística de Europa se ve achicada por países con grandes fabricantes de coches como Francia, Alemania e Italia - pidieron un recorte del 40 por ciento.
Sin objetivos ambiciosos, la UE tendrá difícil cumplir sus objetivos climáticos, escribieron los países en la carta enviada a la Comisión el 25 de octubre y a la que Reuters ha tenido acceso. Los ministros de Transporte y Medio Ambiente de Luxemburgo, Austria, Bélgica, Holanda, Portugal, Irlanda y Eslovenia firmaron la carta.
Desde que Volkswagen (DE:VOWG_p) admitiese que había hecho trampa en las pruebas de emisiones en EEUU, las naciones con una potente industria automovilística también han sufrido una creciente presión para aceptar una regulación más rigurosa por parte de la UE.
Los fabricantes de coches europeos dicen que apoyan la introducción de vehículos más limpios, pero avisaron de que dependen de la demanda de los consumidores.
Se espera que la propuesta de la Comisión, prevista para el 8 de noviembre, establezca unos parámetros para introducir vehículos de emisiones cero para sus flotas como parte de un sistema de acreditación vinculado a los objetivos generales de CO2.
"Esto cambiará la cultura, resultará en una mayor disponibilidad de vehículos y asegurará que esos vehículos sean comercializados", dijo Greg Archer, director de vehículos limpios en Transporte y Medio Ambiente.