Por Alexander Dziadosz
BEIRUT (Reuters) - Soldados del Líbano intercambiaban disparos con islamistas armados y bombardeaban zonas cerca de la ciudad fronteriza de Arsal el domingo en un intento por repeler la mayor incursión de milicianos en el país desde que comenzó la guerra civil en Siria.
Al menos 10 soldados libaneses han muerto en los combates, que se iniciaron después de que los islamistas armados tomaran una comisaría el sábado en respuesta al arresto de su comandante, según dijeron responsables de seguridad.
También han muerto un número desconocido de milicianos y civiles, posiblemente decenas, y las fuerzas de seguridad dicen que al menos 16 miembros de las fuerzas de seguridad del Líbano han sido tomadas como rehenes.
Según los responsables de seguridad, entre los milicanos en Arsal se encuentran combatienes vinculados al Estado Islamista, un grupo de Al Qaeda que se ha hecho con territorios en Siria e Iraq, así como la rama siria de Al Qaeda, al frente Al Nusra.
Según los residentes, muchos de las decenas de miles de refugiados que se habían refugiado en las colinas en torno a Arsal habían abandonado sus campamentos y estaban durmiendo en las calles de la ciudad para escapar a los bombardeos.
"Están bombardeando desde todas las direcciones", dijo Qassem Al-Zein, un médico en el hospital de Arsal, que añadió que el centro había registrado hasta el momento 10 civiles muertos.
El Líbano, un país del Mediterráneo con unos 4 millones de habitantes que tiene frontera con Israel, sufre la onda expansiva del conflicto en Siria, cuyas dimensiones sectarias se asemejan a las de su propia guerra civil en 1975-90.