ESTOCOLMO (Reuters) - Suecia ha acusado a un hombre de espiar a exiliados tibetanos en nombre de los servicios de seguridad de China, dijo el miércoles el fiscal general.
Se sospecha que el hombre recopiló información sobre el domicilio, situación familiar, actividades políticas y reuniones de los exiliados, dijo el fiscal Mats Ljungqvist en un comunicado.
Después pasó esta información a un agente de seguridad chino, según el comunicado.
"Este es un delito muy serio", dijo Ljungqvist. No aportó más detalles sobre la identidad del sospechoso.
La embajada de China en Estocolmo ha rechazado hacer comentarios.
Las fuerzas chinas entraron en el Tibet en 1950 y tomaron el control de lo que el gobierno llama una "liberación pacífica".
Grupos internacionales de derechos humanos y exiliados condenan habitualmente lo que denominan el gobierno opresivo de China. Dicen que la vigilancia generalizada y las manifestaciones de fuerza militar se están utilizando para intimidar y apaciguar a los disidentes.
China niega tales acusaciones.
Existen alrededor de 140 tibetanos viviendo en Suecia, según la comunidad tibetana del país.