ESTOCOLMO, 24 nov (Reuters) - El organismo de control sanitario de Suecia dijo el martes que ha detectado "graves deficiencias" en el sistema de gestión de los brotes de COVID-19 de las residencias de ancianos, en las que han muerto miles de personas, aumentando la presión sobre la poco ortodoxa estrategia del país frente a la pandemia.
Las residencias de ancianos fueron devastadas por la ola inicial del coronavirus, lo que provocó que el primer ministro Stefan Löfven admitiera en mayo que el país no protegió suficientemente a sus ancianos.
Famosa en su rechazo a los confinamientos y las mascarillas, Suecia ha sufrido un número de muertes por COVID-19 per cápita muchas veces superior al de sus vecinos -aunque inferior al de países como España-, un fracaso que las autoridades han atribuido en parte al insuficiente sistema de control y a una atención inadecuada en las residencias de ancianos.
La Inspección de Salud y Asistencia Social (IVO, por sus siglas en sueco), un organismo estatal que supervisa la atención sanitaria y los servicios sociales, ha pasado meses investigando la atención prestada en las residencias de ancianos tras una avalancha de quejas de familiares y personal.
"En su investigación, la IVO ha identificado graves deficiencias a nivel regional en lo que respecta a la atención prestada a las personas que viven en residencias de ancianos", dijo Sofia Wallström, directora general del organismo de control, en una conferencia de prensa en la que presentó sus conclusiones.
El organismo dijo que ninguna de las 21 regiones de Suecia había asumido suficiente responsabilidad en el tratamiento de los residentes infectados, así como que una quinta parte de los pacientes no habían recibido ninguna evaluación individual por parte de los médicos.
La investigación no señaló a instalaciones o personal de forma individual.
Tras una pausa durante el verano, los casos se han disparado de nuevo en los centros de ancianos durante una segunda ola de la pandemia, lo que hace temer que se repitan las cifras mortales de la primavera. Las residencias de ancianos representan casi la mitad de las más de 6.400 muertes por COVID-19 registradas en Suecia.
El IVO instó a las autoridades regionales a que adopten medidas para mejorar la atención y las presenten a más tardar el 15 de enero del año próximo, diciendo que llevará a cabo una nueva revisión de los registros de los pacientes.
"El nivel más bajo (de atención) es simplemente demasiado bajo", dijo Wallström. "Incluso durante una pandemia".
(Información de Niklas Pollard; editado por Giles Elgood; traducido por Darío Fernández en la redacción de Gdansk)