Por Lisa Jucca
MILÁN (Reuters Breakingviews) - Suiza puede permitirse el lujo de arriesgarse a celebrar su propio referéndum sobre la Unión Europea. El temor al rechazo popular está impidiendo que la nación alpina firme un acuerdo para simplificar las relaciones con la UE y obtener un mejor acceso al mercado. Pero Berna tiene poca influencia sobre su mayor socio comercial y las encuestas sugieren que la mayoría de los votantes apoyan el cambio. Además, un "no" no supondría un cambio sustancial a peor.
Cinco años después del inicio de las conversaciones, el Gobierno de Berna no ha logrado sellar un acuerdo marco con la UE que consolidaría un laberinto de tratados existentes que regulan áreas como la libre circulación de personas, el transporte y los estándares comerciales técnicos. Frustrada por la demora de los suizos y endurecida por las caóticas conversaciones del Brexit con Reino Unido, Bruselas está a punto de dejar de aplicar las normas de equivalencia para el mercado de valores suizo la próxima semana, una medida que dificultaría que los inversores negociaran las acciones de la UE en Suiza.
Los argumentos económicos para mejorar las relaciones de Suiza con su vecino más grande son obvios. La UE ya representa el 60% de las exportaciones suizas, y los acuerdos bilaterales vigentes cubren bienes por valor de 1.000 millones de francos suizos al día. Estas cifras aumentarían si se concediera a Suiza un acceso más amplio al mercado de la UE, por ejemplo, en materia de servicios financieros o en el incipiente mercado común de la electricidad.
Los opositores al acuerdo dicen que erosionará los salarios, limitará la ayuda estatal y debilitará los controles de inmigración. Bajo el sistema suizo de democracia directa, cualquier acuerdo puede ser sometido a referéndum. El Gobierno teme que estas preocupaciones puedan inclinar la balanza en contra del acuerdo de la UE.
Sin embargo, existe una aparente desconexión entre los temores del Gobierno y la opinión de los ciudadanos. Una amplia encuesta de opinión realizada por el instituto de investigación gfs.bern en marzo mostró que el 60% de los encuestados apoyarían el acuerdo. Entre las empresas suizas encuestadas en mayo, el apoyo fue del 75%, superior al del año anterior. Las últimas votaciones también han sido a favor de Europa. En mayo, los votantes suizos acordaron por un margen de dos a uno reforzar los controles de armas - un giro de 180 grados en la costumbre de que los exsoldados guarden rifles de asalto - para mantener el acceso al sistema abierto de fronteras de Schengen.
Perder un referéndum sobre el acuerdo de la UE podría ser motivo de bochorno para el Gobierno. Pero lo más probable es que se apruebe. Además, a diferencia de Reino Unido, Suiza tiene más de 120 tratados a los que recurrir en caso de derrota en el referéndum. Aunque un voto negativo puede suponer desaprovechar algunas oportunidades, Berna no terminará en un limbo económico al estilo del Reino Unido.
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(La autora es columnista de Reuters Breakingviews. Las opiniones vertidas en esta columna son responsabilidad exclusiva de su autora)
(traducido por Tomás Cobos en la redacción de Madrid)