Por Rohith Nair
DOHA, 1 dic (Reuters) - Después de detener un penal contra Arabia Saudí, el guardameta polaco Wojciech Szczesny dijo que quería "enfrentarse a los mejores" en el Mundial, y fiel a su palabra, volvió a ser protagonista al detener un penal nada menos que del argentino Lionel Messi.
El portero de la Juventus (BIT:JUVE) se ha forjado una reputación por ser uno de los porteros más difíciles de batir desde los once metros, y demostró una vez más lo crucial que es para las esperanzas de Polonia tras la clasificación para los octavos de final.
Aunque Polonia perdió por 2-0 y se clasificó en segundo puesto del Grupo C, Szczesny demostró que no se dejó amedrentar en el gran escenario por un siete veces ganador del Balón de Oro y por un mar de aficionados argentinos que lo apoyaban.
De este modo, Szczesny se convirtió en el primer portero que detiene dos penales en un Mundial desde el estadounidense Brad Friedel en 2002, y en el tercero en total, junto con su compatriota Jan Tomaszewski, que logró la hazaña por primera vez en 1974.
El penal concedido a Messi fue dudoso, ya que la mano extendida de Szczesny rozó la cara del delantero del París Saint Germain después de que este cabeceara un centro, pero el árbitro lo consideró falta tras una comprobación del VAR.
"Inmediatamente le dije al árbitro que le había tocado la cara con la mano, pero solo le pasé por el lado de la cara. Le dije que el contacto estaba ahí, pero en mi opinión no hubo penal", dijo Szczesny a TVP Sport.
"El árbitro decidió lo contrario y eso es bueno: pude lucirme".
"En algunos penales Leo mira al portero y en otros golpea con fuerza. Yo sabía que si iba a golpear fuerte, era más hacia mi izquierda. Vi que no paraba, así que me fui (a la izquierda), lo intuí y paré. Estoy contento".
Desde que debutó en un club de primera categoría en 2009, el jugador de 32 años ha parado 26 penales en su carrera —sin incluir tandas de penales— con el Brentford, el Arsenal, el AS Roma, la Juventus y la selección de Polonia.
LARGO ALCANCE
Con sus 1,90 metros de altura y su largo alcance, junto con su capacidad para lanzarse rápidamente hacia cualquier lado después de moverse en la línea, ha hecho que incluso los lanzadores de penales más experimentados duden en el último momento.
Szczesny también ha parado los disparos de varios jugadores cuando intentaban marcar en el rebote, interponiéndose rápidamente en su camino.
Estas paradas dobles, como la que rechazó al saudí Salem Al-Dawsari desde el punto de penal antes de detener el disparo de Mohammed Al-Breik en el rebote, son muy populares en los resúmenes de los encuentros.
La temporada pasada detuvo tres penales consecutivos con la Juventus entre octubre y marzo, dos de ellos contra su antiguo equipo, el Roma, que sirvieron para sellar los puntos, ya que la Juventus ganó ambos partidos por un gol de diferencia.
Si Polonia es capaz de mantener a raya el excepcional ataque de Francia en los octavos de final, no hay mejor jugador con el que pueda contar en las tandas de penales contra los actuales campeones.
De momento, celebrará el pase de Polonia a los octavos de final por primera vez en 36 años.
"Toda mi familia está sentada en Varsovia viéndolo todo: mi madre, mi mujer, mi hijo", dijo, añadiendo mientras miraba a la cámara: "Te quiero, Liam. ¡Papá no vuelve a casa!".
(Información de Rohith Nair en Doha; editado en español por Flora Gómez)