MADRID (Reuters) - El nuevo presidente de la Generalitat ha nombrado un nuevo ejecutivo catalán en el que dos de los consenjeros elegidos se encuentran actualmente en prisión preventiva y otros dos huidos de la justicia española en Bruselas, una decisión que el Gobierno español ha calificado de "provocación".
Quim Torra firmó el sábado un decreto, según dijo la Generalitat en Twitter, en el que incluye en su nuevo gobierno a los encarcelados Jordi Turull (como "conseller" de la Presidència) y Josep Rull (Territorio y Sostenibilidad); y a Antoni Comín (Salud) y Lluís Puig i Gordi (Cultura), estos dos últimos en Bruselas, donde la justicia acaba de rechazar extraditarlos a España.
Los cuatro están investigados en una macrocausa por su papel en el prohibido referéndum independentista del 1 de octubre de 2017 y la posterior declaración unilateral de indepencia, a finales del mismo mes, cuando gobernaba en Cataluña el ejecutivo independentista del expresidente Carles Puigdemont, que se encuentra en Alemania a la espera de que la justicia belga decida si lo entrega a España.
Los nombramientos se producen después de que el lunes 14 de mayo el secesionista Quim Torra fuera elegido nuevo presidente de la Generalitat tras casi siete meses de intervención de las instituciones autonómicas por el Gobierno central, que cesó al Ejecutivo de Puigdemont y convocó para diciembre unas elecciones catalanas en las que el independentismo volvió a obtener mayoría parlamentaria.
Torra, propuesto por Puigdemont tras varias candidaturas fallidas, ha comunicado al Ejecutivo español del PP su intención de dialogar, pero ha generado incertidumbre al declarar que seguirá trabajando en la implementación de una república en la región.
"El señor Torra quiso escenificar una voluntad de diálogo que ha durado menos de 24 horas, ya que su propuesta de nuevos consejeros es una nueva provocación porque varios de ellos se encuentran huidos de la Justicia o en situación de prisión provisional", dijo el Gobierno en un comunicado, en alusión a una carta en la que Torra había indicado al jefe del Ejecutivo español Mariano Rajoy su disposición entablar un diálogo sin condiciones.
"(El Gobierno) analizará la viabilidad del nuevo Govern anunciado, dadas las circunstancias personales de algunos de los designados", añadió.
El viernes el Gobierno había advertido por boca de su ministro portavoz que actuaría si Torra nombraba consejeros en prisión.
"En la hipótesis de que alguien que esté en la cárcel sea propuesto como consejero será un juez el que deberá manifestarse, pero ya ocurrió cuando se quiso hacer una investidura telemática de un presidente y no pudo ser. Un consejero, un ministro, no puede ejercer las funciones de tal si está en prisión, es de sentido común", dijo Íñigo Méndez de Vigo en rueda de prensa tras la reunión semanal del Consejo de Ministros.
Méndez de Vigo añadió que el artículo 155 de la Constitución -que instrumentó la intervención del Estado en Cataluña- no se retiraría si considera que se están cometiendo actos ilegales en la comunidad autónoma.
El dirigente del PP catalán Xavier García Albiol reaccionó el sábado indicando que los nombramientos de Torra "son una provocación, son ganas de insistir en la bronca", y se mostró confiado en que desde el gobierno central "darán la respuesta adecuada a este desafío".
En sus cuentas de Twitter, Turull y Rull aceptaron sus nombramientos para continuar "al servicio de todos los catalanes", al igual que lo hacía, en términos similares, Comín desde Bruselas.
Por su parte, Puigdemont dijo en su cuenta de dicha red social que se trata "de un gobierno moderno para un país moderno, al servicio de una sociedad moderna, abierta, europea".