Por Enrico Dela Cruz
MANILA (Reuters) - Ferdinand Marcos Jr. acudió a la tumba de su padre, el desprestigiado dictador filipino, el día después de ganar las elecciones presidenciales, una visita que subraya la polarización sobre el regreso al poder de la notoria dinastía política.
Las imágenes compartidas por el equipo de Marcos el miércoles le mostraron con gafas de sol oscuras, depositando un ramo de flores sobre la tumba de su padre en el cementerio de los "héroes" de Manila, donde el cuerpo fue trasladado en 2016 después de que la familia ganara una larga batalla por el derecho a enterrarlo junto a otros presidentes.
Los gobiernos anteriores se habían negado a enterrarlo en el cementerio debido a su brutal era de 20 años de ley marcial y autocracia, que terminó con su derrocamiento en un levantamiento de "poder popular" en 1986.
El cuerpo de Marcos había permanecido en un mausoleo refrigerado en su ciudad natal de Paoay, en el norte del país, hasta que el presidente Rodrigo Duterte aprobó el entierro con todos los honores militares.
Una imagen parecía mostrar a Marcos hijo secándose las lágrimas el martes mientras estaba ante la tumba, junto a una foto de su padre, mostraron imágenes en su cuenta de Twitter (NYSE:TWTR).
"El joven Marcos está agradecido al pueblo filipino por haberle dado la aplastante victoria y a su padre, que (ha) sido su inspiración durante toda su vida y le ha enseñado el valor y el significado del verdadero liderazgo", decía un comunicado con las imágenes.
El presidente electo, de 64 años, más conocido como "Bongbong", arrasó en las elecciones del lunes con más del doble de votos que su rival más cercana, obteniendo una mayoría absoluta en una contienda presidencial filipina por primera vez en los últimos años.
El martes prometió trabajar para toda la gente tras su asombrosa victoria electoral y dijo al mundo que lo juzgara por su presidencia, no por el pasado de su familia.
Bajo la dictadura de Marcos, su familia y su círculo acumularon unos 10.000 millones de dólares en patrimonio ilícito, según una comisión nombrada por el Gobierno. Decenas de miles de presuntos rebeldes comunistas y enemigos políticos fueron encarcelados, golpeados o asesinados.
Marcos siempre ha elogiado a su padre, describiéndolo recientemente como un estadista y un "genio político". Ha descrito el Gobierno de su progenitor como una "edad de oro" para Filipinas.
(Información de Karen Lema, Neil Jerome Morales y Enrico Dela Cruz; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)