Por Robin Emmott
BRUSELAS (Reuters) - Los líderes de la OTAN intentarán el jueves dejar atrás las demandas del presidente estadounidense, Donald Trump, sobre un incremento del gasto en defensa, para centrarse en poner fin a la larga guerra en Afganistán, en el segundo día de una cumbre en Bruselas marcada por las tensiones transatlánticas.
En un viaje que también llevará a Trump a Reino Unido y Helsinki para reunirse con el ruso Vladimir Putin, el presidente pasó el primer día de la cumbre de la OTAN criticando a sus aliados por no gastar el 2 por ciento de su PIB en defensa y acusando a Alemania de ser un prisionero de la energía rusa.
Trump, en un tuit nocturno, escribió: "Los países de la OTAN están gastando miles de millones de dólares adicionales desde mi visita el año pasado, a petición mía, pero no es suficiente. EE.UU. gasta demasiado".
Su comentario se produjo al término de una incómoda primera ronda en la cumbre donde unos tensos aliados occidentales fueron sometidos a la visión de "América primero" del presidente estadounidense. Su observación de que Alemania estaba controlada por Rusia fue respondida con un reproche de Berlín.
En el segundo día del encuentro, los líderes recibirán a socios no miembros de la OTAN, como el presidente afgano, Ashraf Ghani, y el de Ucrania, Petro Poroshenko, en la nueva sede de la Alianza, mientras tratan de centrarse en planes de acción más que en la política.
La primera ministra británica, Theresa May, trató de marcar la pauta el miércoles anunciando más tropas para la misión de entrenamiento de la OTAN en Afganistán.
"Desplegaremos un contingente adicional de 440 soldados para la misión de la OTAN en Afganistán 'Resolute Support' y creo que eso demuestra que cuando la OTAN llama, Reino Unido es uno de los primeros en dar un paso adelante", dijo May a los periodistas.
El secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, Jens Stoltenberg, quiere que los líderes acepten financiar las fuerzas de seguridad afganas hasta 2024, a pesar de la fatiga pública en los países occidentales sobre su participación en el conflicto.
Los fondos han sido de media de unos 1.000 millones de dólares anuales y Stoltenberg dijo que esperaba que ese nivel se cumpliera.
Los líderes estarán ansiosos por conocer la estrategia militar de Trump respecto a Afganistán, después de que la renovara el pasado agosto, incluyendo un aumento de los ataques aéreos para obligar a los militantes talibanes a sentarse en la mesa de negociaciones.
Responsables estadounidenses han dicho a Reuters que Washington está preparando otra revisión de estrategia, un año después de que Trump acordara a regañadientes ampliar la participación en la guerra iniciada hace 17 años